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Por G.V.

Oscar Cribari es el mismo que el 15 de mayo de 1999 presentó una denuncia en la UFI Nº 3 de Lomas de Zamora junto a Rodolfo Molina, en la cual solicitaba que se investigaran las tres presidencias que colocaron a Racing al borde de su desaparición. Aquella causa, que hoy define como “planchada”, derivó en la detención por un puñado de días de Daniel Lalín y Juan De Stéfano y en la huida de Osvaldo Otero a un lugar seguro, que habría sido un complejo hotelero de Mar del Plata.
Socio de Racing desde los 6 años, Cribari está convencido de que Fernando Marín avanzará sobre el gerenciamiento total de las actividades que se realizan en el club.
–En mayo del 2005 se terminaría de consumar lo que se vino haciendo hasta ahora. Se cedió la explotación del fútbol profesional y el fútbol amateur. Con posterioridad a ese contrato, se entregaron otras áreas de la institución a título gratuito y sin contraprestación alguna como las filiales, el polideportivo con las piletas, donde ahora se construyó la famosa Casa de Racing, que le permite a Blanquiceleste evitar un compromiso para invertir 3 millones de pesos en obras, destinados a un predio de inferiores. Esto me lleva a pensar que el órgano fiduciario actúa de modo sistemático, entregando la explotación o ingresos de Racing a favor de Blanquiceleste. Por eso no tenemos dudas de que, en mayo del año que viene, la empresa se va a quedar con la sede de Avellaneda y la de Villa del Parque.
–¿Quiénes serían los responsables si sucediera esto?
–El juez Gorostegui y el órgano fiduciario. Yo a Marín lo corro de este análisis, porque desde el primer día dijo que venía a ganar plata. Pero no hay inversión de Blanquiceleste en el club. Se nota. Racing tiene entre 15 y 16 millones de pesos en recursos genuinos por televisión, cuotas sociales, abonos a plateas, estática, que se los cedió a la empresa y ésta los reinvierte.
–Si la quiebra se levantara y el poder volviera a los socios, ¿en Racing hay gente creíble dispuesta a hacerse cargo del club?
–Si nosotros nos resignamos por haber tenido malos dirigentes y nos privatizamos porque asumimos que somos ineptos para poder conseguir cinco o diez personas capaces de conducir a Racing, como sucedió en Lanús o en Vélez, no hay salida. Hay gente decente e indecente en todas partes. Hay que hacer un cambio generacional, crear nuevos dirigentes. Si renunciamos a autogobernarnos porque sufrimos a tres malos presidentes... bueno, llamemos a Bush y que nos ponga un virrey en lugar del Presidente. Se pretende imponer la idea de la incapacidad y yo me resisto a eso.