FúTBOL › OPINION
El club para sus socios
Por cesar francis*
Una de las principales finalidades de la ley de fideicomiso para las entidades deportivas consiste en que el órgano fiduciario supere el estado de insolvencia del club que se encuentra en quiebra para que recupere el normal desempeño institucional. Esta finalidad es el mismo tiempo una obligación por parte de los integrantes del triunvirato del órgano fiduciario. Lamentablemente, a veces se tiene la impresión, de acuerdo con la información que se posee, de que como Racing está gerenciado, lo más conveniente para Blanquiceleste, el órgano fiduciario y el juez es que la quiebra se extienda por el mayor tiempo posible (9 años a partir del 2000), no poniendo todo el énfasis en la posibilidad de que los socios de Racing puedan recuperar la conducción del club antes del 2009. Ya que si esto sucediera, los socios votarían, elegirían sus autoridades y Racing volvería a tener presidente y dirigentes y, por ende, Fernando Marín ya no continuaría siendo la cara visible del club y no podría seguir confundiéndose en el doble rol de empresario y dirigente, quedando claro lo que en verdad es y representa: un hombre de negocios a cargo del fútbol con fines de lucro. En este escenario, Blanquiceleste tendría que rendirles cuentas directamente a las comisiones directivas y a los socios del cumplimiento del contrato, y tanto el juez Gorostegui como el triunvirato fiduciario pasarían a ser un muy mal recuerdo, ya que deberían dejar sus posiciones de poder de decisión. Pero para ello es imprescindible que los socios (que se encuentran facultados por la ley para integrarlo) exijan al juez la conformación del consejo asesor, pidan informes sobre la cantidad de plata depositada en la cuenta de la quiebra, soliciten rendición de cuentas detalladas de la gestión del gerenciador Marín, en especial en lo referente a los cumplimientos de sus obligaciones, y cuál fue el dinero que invirtió Blanquiceleste y cuál es el dinero que generó por sí mismo Racing Club. De esta manera, se sabrá realmente si se están o no realizando todos los esfuerzos y cumpliendo con todas las obligaciones para que Racing levante su quiebra, y así confirmar o despejar las dudas que existen sobre la intención de dilatar al máximo posible en el tiempo la posibilidad de que Racing vuelva a ser un club conducido por sus verdaderos y únicos dueños, sus socios. Y así dejar de depender de las decisiones de un juez, un triunvirato fiduciario y un empresario que a veces intenta disimular su rol, actuando como dirigente, cuando en verdad nadie lo votó.
* Secretario del Foro Social de Clubes en manos de sus socios.