“Yo no le llamaría revancha, es una oportunidad que llegó en un momento especial. Estuve en varias series y se me dio en ésta.” Juan Ignacio Chela terminó siendo quien le diera al equipo argentino la victoria sobre Croacia en un partido tenso. “Tal vez muchos podían pensar que tendría que haber ganado más fácil, pero dentro de la cancha la cosa es diferente, la responsabilidad es mayor. Sabía que tenía que dejar todo y lo dejé.”

Ante la pregunta sobre cuál fue el momento del encuentro en que más sufrió, Chela se tomó unos segundos: “Iba a decir el momento del calambre, pero cuando no pude cerrar los cuatro match points me quería morir”.

“Estuve muy nervioso desde que empezó el partido hasta que terminó y eso conspiró contra mi físico. Esos nervios fueron los que provocaron que me acalambrara en el muslo derecho y tuviera que jugar muy dolorido los últimos tres games”, explicó Chela.

“En ningún momento pensé que el partido se me podía escapar, pero sí sentía que estaba muy difícil. Desde dentro de la cancha tenía por delante un adversario duro, que hizo más de lo esperado y me complicó. Creo que gané un partido increíble.”

Nalbandian explicó la derrota ante Ljubicic: “La verdad es que él no me dio chances, su servicio fue determinante en el trámite del partido. Pocas veces pude leerle el servicio, metió 33 aces, así me ganó un set y medio. Está pasando un gran momento y lo demostró”, argumentó el cordobés.

A la hora de hablar de las oportunidades desaprovechadas, el unquillense dijo que tuvo pocas. “Tal vez si no hubiera perdido tan rápido el servicio en el tercero después de quebrarle, habría tenido la chance de llegar apretados a la definición, pero ni eso pude lograr”, comentó.

“Cuando se da este tipo de partidos es un embole porque no te da ritmo para jugar, pero es su forma de hacerlo y su servicio es su arma predilecta. Lo hizo brillantemente”, subrayó el cordobés. “Me faltó un poquitito de suerte en algunos puntos que pegaron en la faja y haber jugado con más solidez algunos de los games con mi servicio porque él, muchas veces, pudo presionarme”, concluyó.