Después del primer triunfo logrado en el Mundial, y en una jornada más distendida, los jugadores del seleccionado argentino dialogaron ayer con la prensa, y destacaron la importancia de comenzar una competencia tan exigente consiguiendo los tres puntos. El mediocampista Juan Román Riquelme afirmó que los partidos del Mundial “se definen por pequeñeces y nosotros tenemos que aprovechar al máximo esas cositas. Ya nadie gana con el nombre”. Además, Riquelme comparó el Mundial de Alemania con la Copa

Confederaciones, jugada también en Alemania el año pasado y donde Argentina fue subcampeona, para resaltar una igualdad en las posibilidades de la gran mayoría de los seleccionados: “Este Mundial lo veo muy parecido a la Copa Confederaciones. Recién miramos México con Irán y no hay un equipo que podamos remarcar como superior al resto”.

Al mismo tiempo, al momento de tener que elegir una figura para este Mundial, el futbolista del Villarreal español deseó que “fuera un argentino” para que los “ayude a estar entre los mejores”, aunque de todas maneras subrayó: “Igual, para mí, con poquito, (Zinedine) Zidane sigue siendo el mejor y lo va a seguir siendo hasta el ultimo día que juegue al fútbol”. Por último aprovechó para proyectar a futuro al decir que “el sábado se dio un paso muy importante, porque en caso de volver a ganar el viernes, la clasificación, como mínimo, quedaría prácticamente asegurada”.

A su vez, el capitán Juan Pablo Sorin pronosticó ayer que el próximo partido ante Serbia y Montenegro será “otro encuentro difícil de desenredar. Es un equipo duro, que no cede nada, fuerte físicamente y que espera el error del rival”. Respecto del partido ante los africanos, Sorin indicó que “no hay nada más lindo en el fútbol que ganar, empezar ganando en un Mundial es clave si querés llegar lejos. Con Costa de Marfil hicimos lo que teníamos que hacer, que era ganar el primer partido, sacamos tres puntos clave ante un rival que juega muy bien. Jugamos el partido que habíamos planificado”.

Por su parte, el mediocampista Maximiliano Rodríguez dijo que el próximo rival de la seleccionado argentino “es muy ordenado, pero lo es hasta que les marcás un gol. Cuando les hacés uno, ya se abren. Estamos pensando en Serbia y en tratar de ganar, que nos dejaría a las puertas de la clasificación”. Y sobre su compañero de equipo en el Atlético Madrid, Kezman, el argentino dijo que “es fastidioso, pero es un gran jugador y hay que tenerle un gran respeto. Es de aquellos a los se les sale la cadena, pero hay que tener mucho cuidado con él”.

En cuanto a su rendimiento en el debut, Rodríguez remarcó que “siempre hay que hacer sacrificios por el equipo. Por ahí, si el equipo perdía y jugaba bien, nadie decía nada, así que tenemos que estar tranquilos”. Y agregó: “Había que ganar, había que comenzar con el pie derecho y, una vez lograda la ventaja en el marcador, asegurar la victoria”.

El arquero Roberto Abbondanzieri también se mostró feliz por el resultado, y explicó: “La verdad es que estoy contento, porque se ganó y también por lo personal. Yo siempre estuve tranquilo y confiado en lo que puede dar el equipo”. Y aclaró que “lo importante es que se ganó, algo muy importante en el debut de un Mundial. Además jugamos contra un equipo muy complicado, que demostró que tiene un excelente nivel”.