Tigre se encuentra muy cerca de cumplir su máximo sueño en el fútbol argentino, y la posibilidad de consagrarse campeón por primera vez en su historia sigue latente. Pero cuando comenzó este torneo, el conjunto de Victoria se puso como objetivo sumar la mayor cantidad de puntos posible para solidificar su permanencia en la máxima categoría, sin plantearse la lucha por el campeonato. En ese sentido, el equipo tiene todo para ganar mañana en el estadio de Racing, y muy poco para lamentarse en el caso de que finalice en el segundo o tercer puesto. La mejor posición que consiguió la entidad fue el subcampeonato en el Apertura 2007, detrás de Lanús.

“Por suerte las cosas se dieron como queríamos nosotros. Ahora tenemos que concentrarnos y encarar con todo el partido ante Boca”, afirmó ayer el mediocampista Matías Giménez. Y añadió: “Sabemos que no será fácil y que tendremos que hacer un gran esfuerzo para quedarnos con el campeonato, pero todavía tenemos posibilidades”.

El delantero Carlos Luna comentó que “el equipo se quedó mal por la derrota ante San Lorenzo, pero con la victoria de Boca la suerte acompañó a Tigre y hay posibilidades”. El goleador también indicó: “Estamos tranquilos; con Boca no será un partido fácil, pero debemos ser mesurados en este momento. Nos merecíamos otra oportunidad. El otro día jugamos muy mal y ahora tenemos que revertir la imagen”.

Para el duelo de mañana, el técnico Diego Cagna realizaría cuatro cambios respecto del equipo que perdió 2-1 ante San Lorenzo. Si bien el entrenador no confirmó aún a los once titulares, el arquero Luis Ardente, los volantes Jonathan Blanco y Sebastián Rosano, y el delantero Leandro Lázzaro ingresarán por Daniel Islas (expulsado), Diego Castaño (llegó a las cinco amonestaciones), Sebastián Rusculleda y Lionel Altobelli, respectivamente. Los dos primeros cambios son obligados, mientras que los otros dos serían por razones tácticas.

Ardente, surgido de las inferiores del club, debutará en Primera luego de ser suplente en los 79 partidos que lleva jugados Tigre en la categoría, desde su ascenso hace un año y medio. Por su parte, Blanco fue titular en el histórico triunfo 3-2 ante Boca, como visitante, por la séptima fecha del certamen, justamente en reemplazo del suspendido Castaño, que en esa oportunidad estaba lesionado. En tanto, Rosano, que debutó frente a Boca en la Bombonera, estará otra vez desde el inicio luego de cuatro encuentros en lugar de Rusculleda, porque según Cagna “tiene más marca para tapar las subidas de (Jesús) Dátolo”. Mientras, Lázzaro, autor del gol ante San Lorenzo, reemplazará a Altobelli quien, a pesar de redondear buenas producciones, tiene pocos tantos en su carrera.

Estas cuatro modificaciones se desprenden de la práctica matutina de fútbol que realizó ayer el plantel en el Hindú Club, situado en la localidad bonaerense de Don Torcuato, donde los titulares les ganaron 3-1 a los suplentes, con dos goles de Luna y uno de Giménez. De esa manera, Tigre formaría con Ardente; Jerez, Paparatto, Blengio, Arruabarrena; Rosano, Blanco, Giménez; Morel; Lázzaro, Luna.

Más allá de que Tigre debe ganar por dos goles de diferencia para ser el campeón del Apertura, todos los jugadores son “optimistas” de poder revertir la historia. El plantel, que entrenará hoy en el estadio desde las 9, está concentrado en el Hotel Jacarandá de San Fernando.