“Siento que perdí chances de pelear por el título. Todavía quedan dos carreras y no bajo los brazos.” Agustín Canapino se subió al podio y es líder de la Copa de Oro a dos carreras del final del torneo, pero detrás de la satisfacción aparente quedó disimulada una preocupación: necesita el triunfo para aspirar al título y quizás ésta de Buenos Aires pudo haber sido la chance más clara, después de haber logrado la pole. “Si largaba adelante en la final no me hubieran alcanzado, porque mi auto era superior. En la serie perdí la carrera”, se lamentó, recordando el parcial que le ganó, precisamente, Mariano Werner. “El autódromo de Santa Rosa es una verdadera incógnita para todos”, dijo preocupado en función de la próxima competencia.

Más satisfecho pareció Matías Rossi. “Me voy más contento después del trago amargo del sábado –afirmó–. Contento por todo lo que pudimos avanzar. Fallamos en Junín y nos recuperamos en San Luis, y ahora igual, fallamos en la clasificación y nos recuperamos peleando mucho.” El piloto de Chevrolet confía en que puede hacer un buen papel en la última carrera del certamen, en La Plata.

“Anduvimos muy bien con 30 kilos de lastre. Dejé todo, pero no tuve una oportunidad clara para pasar a Werner”, apuntó Ledesma, que piensa más en la Copa de Oro que en el resultado parcial. Al menos ya tiene el triunfo imprescindible para ganar el título, algo de lo que, todavía, carece Guillermo Ortelli. “Fuimos creciendo a lo largo del fin de semana y terminamos con un gran auto. Hay que buscar el triunfo en las carreras que quedan”, recordó el piloto de Salto.