UN COMPLETO VOLUMEN INDAGA LA VIDA Y RESCATA LA OBRA DE IRMA PEIRANO (ROSARINA POR ADOPCIóN), DEJADA AL COSTADO DEL CANON DE LA POESíA ARGENTINA.
Perdida en el tiempo
Poesía reunida
Irma Peirano
Editorial Municipal de Rosario
253 páginas
Por Osvaldo Aguirre
Irma Peirano nació en Chiávari, Italia, en 1917, y murió en Buenos Aires, donde vivió durante sus últimos años, en 1965. Publicó dos libros, Cuerpo del canto (1947) y Dimensión de amor (1951), que recibieron cierto reconocimiento en Rosario, su ciudad de residencia, y pasaron desapercibidos para los críticos y académicos que establecieron el canon de lecturas de la poesía argentina. En una cuidada edición, que incluye un dossier de fotografías, la Editorial Municipal de Rosario reedita esos libros inhallables y exhuma otros textos dispersos, igualmente olvidados.
La vida y la obra de Peirano parecen haber sido signadas por relaciones de amor-odio con dos hombres. En primer lugar el padre, pequeño comerciante que probó sin suerte diversas empresas y alentó un fervoroso nacionalismo por la “patria lontana”. Y luego un periodista, Virgilio Albanese, director del diario rosarino La Tribuna, amante de Peirano durante más de veinte años. Los dos compartieron un rasgo fundamental: sus figuras se inscribieron en la poesía a través de la censura, aparecen delineadas precisamente por la mano que las oculta, afirmadas por la misma negación. Peirano borró a su padre al documentarse como argentina y al negarse a asumir su primera identidad: “prefería que no se conociera su origen italiano”, dice un testigo de la época. La relación con Albanese, apunta Martín Prieto en el prólogo del volumen, “fue el correlato biográfico de los poemas de amor y de desamor” que constituyen el núcleo de la obra. Pese a su duración, constituyó una relación ilegítima, ya que el periodista mantenía las apariencias de un matrimonio “normal”, un amor que podía ser evocado al precio de mantener su lugar secundario, clandestino.
Los primeros poemas muestran que desde el principio tuvo en claro lo que ahora son características distintivas de su escritura: un mundo de referencia que se atiene a los interiores, la búsqueda concentrada de la palabra, el amor como experiencia ligada a la decepción, la tristeza, incluso a la agresión. En Dimensión de amor desarrolla una serie de poemas a partir de versículos del Cantar de los cantares, de Salomón, donde pone en primer plano la satisfacción sexual (“Yo no digo: sea todo animal./ Digo:/ sea todo amorosamente animal”). Por regla general, sin embargo, el encuentro con el otro tiene un carácter fallido, más que la unión ocurre la soledad y antes que las palabras se impone el silencio. “He aquí que he perdido la voz”, dice Peirano, pero en un momento donde el silencio todavía puede ser la expresión de un equilibrio, donde el suspenso por la retirada del otro todavía no implica la pérdida. En su última producción, Peirano escribe sobre un silencio que le pertenece, el de su persona y el de su escritura. Los vaivenes de la relación amorosa, las convenciones de la despedida y el desencuentro formulan poco a poco el presentimiento de la propia disolución
Poesía reunida agrega una investigación sobre la vida de Peirano realizada por Delia Crochet, que preserva una historia que circulaba de manera oral y estaba destinada al olvido. Su valor no se reduce a una cuestión arqueológica. Más que agregar una ficha nueva en la historia literaria, esta edición supone la oportunidad de apreciar una obra que escapó de lasnormas de época y género y se inscribió en un espacio excéntrico, al margen de los cánones y los recortes habituales, en el sitio donde se escribió y se escribe buena parte de la mejor poesía argentina.