Nouvelles
La diferencia entre una novela y un cuento no es de extensión sino de perspectiva temporal. La novela investiga qué va a pasar, mientras el cuento narra lo que pasó. Es por eso que habrá cuentos largos y novelas cortas y muchas veces los primeros serán más largos que las segundas. Para poner un poco de orden en tanto desconcierto, la lengua francesa utiliza la cómoda categoría de nouvelles para designar a esas novelas breves pero que sin embargo no son cuentos. En nuestro país, el más perseverante cultor de nouvelles es César Aira, pero en la misma especie podrían reconocerse clásicos como El fiord de Osvaldo Lamborghini, Los adioses de Juan Carlos Onetti, Billy Bud de Herman Melville, El indiferente de Marcel Proust, El perseguidor de Julio Cortázar o Sombras suele vestir de José Bianco.
Sudamericana acaba de lanzar los dos primeros títulos de la colección de nouvelles que dirige Fernando Fagnani: Mandatos del corazón de Héctor Aguilar Camín y Ni siquiera muerto has perdido tu nombre de Luis Gusmán: un mexicano y un argentino para una colección que se piensa desde el comienzo con un perfil internacional y que dará a conocer relatos breves de toda América latina y, ay, nos dicen, también de España (son ésos los costos que hay que pagar por haberlo vendido todo). Para noviembre de este año se anuncia Olor a rosas invisibles de Laura Restrepo (Colombia) y para el año que viene Cuestión de interiores de Mempo Giardinelli (Argentina), Príapos. Primera picantería de La Habana de Daniel Chavarría (Uruguay) y Qliphoth de Pedro Angel Palou (México), que son los libros ya contratados. En la medida en que las negociaciones avancen se irán sumando títulos y autores.
Diseñada elegantemente por Isabel Rodrigué, la colección está llamada a captar la atención de lectores voraces e impacientes, de esos que prefieren los libros que pueden leerse de un tirón y con el mismo impulso, trátese de cuentos largos, novelas cortas o, lo más fino para mencionar en reuniones elegantes, nouvelles.
Santiago Lima