Un americano en París

Por momentos, la esencia de diciembre parece ser revisitar lo mejor del año. Y el ámbito de las letras no constituye una excepción: las principales publicaciones culturales y literarias han dado cuenta también de los libros más rescatables del 2005. En este caso, la lista de bondades pertenece a la prestigiosa revista francesa Lire. Y el primer lugar se lo lleva por robo Lunar Park, la última novela (autobiográfica) de Bret Easton Ellis, de la que Lire rescata su valor provocativo, el coraje y la pertinencia a la hora de narrar el escenario de un país traumatizado luego del 11 de septiembre. Más aún teniendo en cuenta los golpes que había sufrido su Glamorama por parte de la crítica, Lire valora la fortaleza de Ellis para crear “por lejos, su mejor libro”, el cual retoma la figura de un monstruoso asesino tal como nos tenía acostumbrados en American Psycho. Lunar Park es para la revista Lire la alegoría de un escritor embrujado por su pasado, por su infancia perturbada, por las relaciones conflictivas con su padre y, sobre todo, por la creación de sus diabólicas ficciones. Completan el podio de Lire, El interior de la noche, la primera novela de la camerunesa Léonore Miano y, con una verdadera escalada que llama la atención, por parte de un supuesto extranjero de la literatura (aunque, claro, fue postulado varios veces al Nobel): las Crónicas de Bob Dylan.

Todo por que rias

El escritor y periodista colombiano Daniel Samper, amigo y confeso fanático de los Les Luthiers (es co-autor de Les Luthiers de la L a la S, una obra que revela la historia del grupo) reunió en un libro los peores poemas de la lengua española con el objetivo de reírse con, pero no de –aclara el autor– los poetas incluidos en la antología. El antiflorilegio lleva como título Versos chuecos: las mejores peores poesías de la lengua española. Y la editorial Aguilar, que publicó el libro en Colombia, dice que se trata de “una antología increíblemente divertida, compilada y preparada por un experto en el tema”. Daniel Samper declaró recientemente al diario El Tiempo de Bogotá que “los mejores versos malos suelen asegurarse de entrada la rima”, y que “muchos creen que si les rima, ya es un buen poema”.

También dijo que muchos de los versos chuecos incluidos son dedicados a las madres. “Es muy difícil no incurrir en mala poesía cuando uno habla de la mamá, más allá de decirle hola, cómo estás, mamá. De ahí para adelante todo es mala poesía. Suele ser una fuente inagotable de horrores poéticos el amor a la madre, como lo han demostrado con creces los poetas que yo cito ahí”, sentenció Samper.