La brújula socialista
POR R.D.
Juan Bautista Justo nació en 1865, en San Telmo, y fue un brillante estudiante de Medicina, graduado con medalla de oro. Su tesis fue dirigida por Ignacio Pirovano, y fue el introductor en el país del sistema de asepsia quirúrgica. Pero, además, trabajó como cronista parlamentario para La Prensa mientras estudiaba. En las páginas de ese diario, en 1893, encontró un pequeño comunicado que cambiaría su vida: una agrupación socialista convocaba a una reunión en un café de la calle Esmeralda para discutir la posibilidad de lanzar un diario que defendiera a la clase obrera. Justo fue, donó su auto de médico para conformar el capital inicial y se convirtió en el primer director de La Vanguardia, que salió a la calle en abril de 1894. No había cumplido 30 años. El Partido Socialista se fundó en 1896, y en su primer congreso nadie le prestó atención; la fracción encabezada por José Ingenieros y Leopoldo Lugones se impuso frente al parlamentarismo propugnado por Justo.
En 1898, una editorial española publica la primera traducción al castellano de El Capital de Karl Marx, firmada por Justo, quien se tomó el atrevimiento de incluir una nota introductoria donde discute ciertas nociones teóricas de Marx. Poco después, decide mudarse a Junín, trabajar como médico rural y estudiar la forma de elaborar un sistema agrario socialista que respete la idiosincrasia de los argentinos. Sólo en 1904 volverá a Buenos Aires; su capacidad de liderar el partido se afirma y su acción se desarrolla en varios frentes: vuelve a ocuparse de La Vanguardia, escribe sus libros más importantes (Teoría y práctica de la historia, por ejemplo, de 1909) y funda El Hogar Obrero. En 1912, Justo es elegido diputado y sufre la muerte de su primera mujer, Mariana Chertkoff. Durante los próximos 12 años será el presidente del bloque de diputados socialistas, hasta que en 1924, demostrando el crecimiento del partido y su arraigo popular, resulta electo senador nacional. Desde 1920 está casado con Alicia Moreau.
Su muerte, en enero de 1928, cierra –al menos, simbólicamente– las tres décadas doradas del socialismo argentino. Si en 1904 es electo el primer diputado socialista (Alfredo Palacios), para 1926 el bloque contaba con 26 diputados y 2 senadores. Pero poco después comienzan las divisiones internas y la crisis nacional precipita al país hacia la Década Infame, donde ocupará un lugar más que destacado un primo de Juan Bautista Justo (Agustín Pedro). Cuando el país estaba cambiando, el socialismo perdió su brújula.