Los manuscritos autógrafos de Peregrinación de Luz del Día que se conservan en la Biblioteca Furt ocupan diez pequeñas libretas de tapa dura, cuyas hojas se numeran en el anverso (Alberdi reserva la página en blanco del reverso para reescrituras ocasionales), y algunos papeles sueltos (...). Como puede observarse en las reproducciones facsimilares, Alberdi escribe con un ritmo singularmente apresurado y nervioso. El trazado irregular de su letra pequeña, angulosa y extendida, se sincopa habitualmente (y no siempre de modo regular), en tanto los agregados se amontonan en interlineados y se expanden ocupando verticalmente los márgenes. Las dificultades que presenta el trabajo de transcripción lo convierten en una operación de desciframiento (...). Aunque, en comparación con la escritura de borradores, la caligrafía de las cartas de Alberdi es algo más cuidada, sus corresponsales suelen recriminarle la dificultad que impone a la lectura (hablan de “jeroglíficos”, comentan que no han podido comprender bien el sentido de tal o cual pasaje). En el Archivo Alberdi se conserva una carta (fechada en Santiago el 29 de septiembre, s. año) en la que Sarmiento recuerda a Alberdi que está esperando sus manuscritos (“con esa letra de pulga”) para una colaboración en La Crónica y no puede reprimir esta exclamación: “¡Pobres copistas!”.

Fragmento de Estudio preliminar, Estatuto genético del material conservado, de Elida Lois