JULIO 1954-2004: EL ROCK AND ROLL CUMPLE 50 AÑOS
El día que el mundo hizo ¡plop!
El próximo lunes 5 se cumplirá medio siglo de la histórica primera grabación de Elvis Presley (“That’s All Right, Mama”), que dio comienzo -al menos en eso coincide la mayoría de los estudiosos en el tema– a la era del rock and roll. O sea, tres minutos y pico de pura adrenalina que marcaron un antes y un después en la cultura popular del siglo XX.
Por Roque Casciero
Preguntale a tu abuelo, seguro que se acuerda: hasta mediados de los cincuenta el mundo era de una forma, y desde ese momento fue de otra. El 5 de julio de 1954 se partió para siempre la historia de la música y, en sentido más amplio, de la cultura juvenil. Incluso se podría decir que ese día comenzó a existir la juventud: en la época AE (Antes de Elvis), los adolescentes se vestían como chicos, con pantalones cortos y todo, hasta que pasaban a ponerse la misma ropa y a adoptar las mismas costumbres que sus padres. Ese bendito 5 de julio Elvis Presley, un joven camionero blanco nacido en Memphis, Tennessee, entró a los estudios Sun para intentar grabar su primer simple. Le fue bien y salió contento, aunque nunca podría imaginarse que había marcado el inicio de algo tan poderoso y revolucionario como el rock and roll.
Como todas las historias, hay antecedentes que contar. En enero de 1950, el empresario Sam Phillips fundó Memphis Recording Service en el 706 de la Union Avenue. Allí se dedicó a grabar a artistas negros de blues y r&b como Howlin’ Wolf e Ike Turner, para después vender esos tracks a sellos importantes. Más tarde comenzó con su propia discográfica, Sun Records. Para sostener la compañía, Phillips hacía grabaciones de artistas aficionados que querían tener su propio disco de acetato. Este formato era barato, aunque perdía calidad después de unas cuantas escuchas. Pero, por 3,98 dólares, cualquier hijo de vecino se iba con su single bajo el brazo. Un hijo de vecino como Elvis Aron Presley, quien el sábado 18 de julio de 1953 entró a los estudios Sun a grabar un disco para su madre. “La oficina estaba llena de gente que quería hacer sus discos personales”, recordó luego Marion Kelsker, secretaria de MRS. “Le dije que tendría que esperar, me contestó que estaba bien y se sentó. Mientras esperaba, conversamos un rato. Me dijo que era cantante. Entonces le pregunté qué clase de cantante era. ‘Canto todos los estilos’, me respondió. Le pregunté: ‘¿A quién te parecés?’ Y me dijo: ‘No me parezco a nadie’”. Cuando le tocó su turno, Elvis grabó “My Happiness”. En la cabina estaba el propio Sam Phillips, quien siempre decía que el día que encontrara a un blanco que cantara como negro iba a ganarse un millón de dólares. Y en ese momento lo tenía enfrente. Sin embargo, el productor no quedó muy impresionado con Elvis. Pasó casi un año hasta que volvieron a ponerse en contacto.
Phillips estaba ansioso por encontrar el cantante indicado para una nueva canción que había descubierto: necesitaba un crooner para la balada “Without You”, escrita por un recluso de la penitenciaría estatal. Entonces Kelsker le recordó el nombre de Elvis Presley. El productor llamó al cantante el 26 de junio de 1954 y le propuso grabar algo de blues. Elvis recordó luego que corrió las quince cuadras que separaban su casa del estudio “antes de que el señor Phillips colgara el teléfono”. La versión del tema no satisfizo al productor, pero éste decidió hacer una prueba: juntó a Elvis con el guitarrista Scotty Moore y el bajista Bill Black para que ensayaran algunos temas. “Tengo un joven y es diferente. Es muy nervioso y tímido, y extremadamente educado”, les dijo Phillips a los veteranos hombres del ritmo. “Elvis estaba vestido un poco salvaje para mi gusto”, dijo Moore. “Era más pomposo que la mayoría de las personas de su edad. Su voz era bastante alta, pero parecía que conocía casi todas las canciones del mundo. Me impresionó que conociera todos esos temas de memoria. Su sentido del ritmo –el tempo y cómo fraseaba– también me impresionaron. Intentamos cuatro cosas. Lo primero fue ‘I Love You Because’. Con Bill solíamos tocar con más músicos, ya fuera country, pop o lo que fuera. Me di cuenta de que yo ponía todo lo que sabía en prácticamente todas las canciones: un poco de ritmo, algunos solos, notas de relleno... Las primeras dos o tres cosas que grabamos fueron únicamente para buscar un sonido.”
Hicieron una pausa. Y allí se encendió la mecha. “Se me vino a la mente una canción que había escuchado hacía años y empecé a juguetear con ella”, recordó el cantante. Con el mismo espíritu, Black y Moore le siguieron lacorriente. La canción era “That’s All Right, Mama”. Phillips salió del control y les dijo: “Paren un poco, traten de encontrar dónde comenzar y háganlo otra vez”. En el tercer o cuarto intento lo lograron. Phillips enseguida supo que tenía un hit. Pero, por supuesto, no podía imaginarse que la historia de la música acababa de dar un vuelco enorme, el más grande del siglo XX. “Cuando escuchamos la grabación, notamos que el ritmo era diferente, pero no sabíamos cómo llamarlo, así que no le pusimos ningún nombre”, aseguró Moore. Más tarde, un presentador radial llamado Alan Freed bautizaría ese ritmo como rock and roll, una expresión de connotaciones sexuales que utilizaban los negros.
Cinco días después de que Elvis grabara “That’s All Right, Mama”, el 10 de julio de 1954 la canción sonó por primera vez en la radio WHBQ de Memphis. El cantante no soportó la tensión: como sabía que iban a ponerlo, sintonizó el aparato familiar, le dijo a su madre Gladys que escuchara y se fue al cine. Entre las 9.15 y las 9.30 de ese día, el conductor Dewey Phillips lo presentó como “Elton Preston” porque no sabía bien su nombre y puso en el aire la canción. Los resultados fueron increíbles. “That’s All Right, Mama” sonó seis veces seguidas. El conductor decía: “Esto va a ser un hit, va a ser un hit. Elvis, si estás escuchándonos, vení para la radio, quiero hablar con vos”. Después de un largo rato, el muchacho apareció hecho un manojo de nervios. “Se sentó y le dije que iba a avisarle cuando estuviéramos listos para empezar”, hizo memoria Dewey Phillips. “Tenía un par de discos sonando mientras hablábamos. Le pregunté a qué escuela había ido, porque mucha gente que llamaba a la radio pensaba que era negro. Finalmente, le dije: ‘Bueno, Elvis, muchas gracias’. El me preguntó: ‘¿No va a entrevistarme?’ Y yo respondí: ‘Acabo de hacerlo. El micrófono estuvo abierto todo el tiempo’. Entonces Elvis empezó a sudar frío.” Su meteórica carrera había empezado, lo mismo que la historia del rock. Y, como dijo Charly García, “el mundo hizo ¡plop!”. De una vez y para siempre.