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Si algo falta en el ambiente gamer son eventos que deslumbren al general y dejen un buen antecedente para las empresas que aún no tienen bien clara la ubicación de Argentina en el mapa. Argentina Game Show fue un eslabón interesante para la construcción y entrenamiento del público gamer. Los stands con previews de lanzamientos (Unravel, Star Wars Battlefront, Mirror’s Edge: Catalyst, FIFA16 y NBA 2K16) fueron las estrellas del lugar y los puestos del Oculus Rift DK2 y otros chiches de realidad aumentada actuaron de perfecta sazón.

Aunque todavía es una onda emergente, Argentina Game Show condensó brevemente lo que hay para mostrar en el territorio nacional. Los e-sports también tuvieron tuvieron sus sectores exclusivos (League of Legends, Heroes of the Storm, Counter-Strike: Global Offensive, NBA 2K15, Hearthstone y FIFA 15) y los minishows como los de 501st Legion Argentina (Star Wars) y la banda 8bitera Gamepad ayudaron a dar ambiente.

Muchas luces leds, cuadros de arte gamer y pixel art, stands ambientados con temática acorde y una organización que estuvo al pie del cañón en todo momento, pero el Costa Salguero siguió quedando grande. Al fondo y un poco a la deriva, estaban los sectores de Meet de Devs, con desarrolladores indie argentinos, en una esquinita la Liga Fancross (encargados de los torneos de Pokemon ORAS), algunas consolas maltrechas con algún que otro clásicon y mucho espacio vacío. La AGS se enfrentó a otro típico problema de un nicho naciente: las charlas más técnicas quedaron cuasi teloneras de los más populares torneos de e-sports, mientras los stands con displays de componentes de computación flotaron casi desérticos.

Un hito importante fueron las charlas destinadas al overclocking (usar técnicas para exponenciar el rendimiento de una PC traspasando los límites probados y aprobados) de la mano de Nacho Arroyo del team de HyperX. Junto al lado más técnico, PC Craft también estuvo haciendo competencias de ensamble a contrareloj, dándole un sabor distinto al una exposición que tuvo una impronta un poco fierrera –mucha promotora apretada y demasiado tiempo de espera para jugar algún demo–, pero fue uno de los eventos gamers mejor realizados en los últimos tiempos. Para ir entablando una tradición fuerte de hitos tecnológicos gamers, AGS constituyó una buena manera de agregar un ítem al currículum y empezar a hacerse notar en el plano internacional.