THE STREETS EN ARGENTINA
Callejero
La edición local de A Grand Don’t Come for Free sincroniza el momento de gloria que vive Mike Skinner (a) The Streets en su tierra natal. En el 2002, Original Pirate Material sacudió el avispero inglés con su agradable combinación de ritmos hip hop hogareños y una rima veloz, versada en cuestiones de la vida cotidiana de un joven de clase media en la Inglaterra del siglo XXI. En aquel momento, este suplemento –a pesar de que el disco no se editó aquí– dio cuenta del pequeño fenómeno en formación: un rapero que rimaba en el inglés británico, tan cerrado como irónico. Una suerte de crónica diaria del aburrimiento y los picos de excitación en el pub, con los amigos, o frente a la Playstation. En cierto modo, The Streets inauguró una era para el movimiento global hip hop: quien se hacía cargo de sus dichos no era negro, ni venía del ghetto, ni portaba orgulloso heridas de bala. Todo lo contrario: blanco, irónico, británico. Algo había allí: la confirmación llega con el nuevo disco, una suerte de adaptación a la velocidad de los tiempos de Quadrophenia (The Who), que cuenta una historia sin pretensiones conceptuales y que retrata, una vez más, los usos y costumbres de los jóvenes ingleses. Chequear el video de Fit But you Know it: el tipo pasa a buscar las fotos de sus vacaciones en algún cálido de Europa (¿España?) y en esas imágenes que van cobrando vida pasan sus amigos, las chicas, la cerveza y el tiempo perdido pensando en nada. Rítmicamente mucho más intrincado que Original..., este A grand..., sin embargo, sacó de la galera un hit como The Streets nunca había tenido, Dry your Eyes, que obró el milagro de colocar su música al alcance masivo en listas de popularidad de radios y que se tradujo en un ascenso en ventas. Algo tiene este muchacho nacido en Birmingham hace 24 años, algo hay en sus ritmos y su rima pronunciada como mordiéndose la lengua. No es la versión británica de Eminem, y nunca lo será. Pero habría que prestarle atención porque en su música, plena de laberintos sonoros, emerge el mejor retrato posible de la calle y sus habitantes, allí y ahora. ep