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“La infidelidad 2.0 no es tal, el título es mentiroso. Si encontraste un chat o una conversación caliente pero no hubo concreción, pertenece a la fantasía.” El que no duda es Joe Fernández, co-conductor de Gente sexy (FM Blue 100.7), autor del libro Cómo conseguir chicas (una guía pizpireta con tips para la conquista) y reconocido especialista en seducción. “Todo eso pertenece al terreno de algo que está en tu cabeza y no se hizo en realidad”, asegura.

¿Cómo ves la cuestión moral?

–Más allá de que sea un tema moral, no hay infidelidad. Los chats no implican haber hecho el amor con otra persona, carne y hueso, cuerpo contra cuerpo. Entonces, eso no es infidelidad, es parte de mi fantasía. Y si mi fantasía es hacerle el amor a una oveja o a un enano, no te estoy engañando: estoy jugando con mi cabeza.

¿Cuál es tu opinión acerca del “encare” en esta época?

–Las redes sociales hicieron que el encare sea más por Tinder o Facebook. Está todo mucho más efímero. Por eso las relaciones son más cortas. Nos vemos para garchar y a otra cosa. Se acabó el flirteo. Tinder y un sillón reemplazaron al boliche, al bar. Hoy el tímido que no se animaba a salir tiene la posibilidad de encarar o decir “me gusta” o “no me gusta” desde la comodidad de su casa. Otra cosa importante es que no te exponés al rechazo, como sí te sucede en la vida real.

¿Debería romper una pareja que encuentra chats con alguien más?

–Nadie que tenga una relación consistente, con bases sólidas y una buena estructura, puede dejar a otra persona porque encontró un chat o un flirteo en redes sociales. Incluso, si me encontrás Tinder, que sé yo, es un juego, estoy jugando. Hasta que vos no me encuentres con las manos en la masa, todo es parte de un juego, de lo que hago con mi cabeza. Es como un casco de realidad virtual donde, en lugar de tener un jueguito, tengo fantasías eróticas y sexuales. Pero si después, en la cama, somos vos y yo, no hay lugar para el reclamo. Vos tendrás tus fantasías y yo las mías. No existe la infidelidad virtual, para nada.