Domingo, 16 de enero de 2011 | Hoy
FAN › UNA ACTRIZ ELIGE SU PELíCULA FAVORITA. VIRGINIA INNOCENTI Y ALL THAT JAZZ, DE BOB FOSSE
Por Virginia Innocenti
Cuando cumplí quince años, mis padres me dieron dos alternativas: celebrarlo con la típica fiesta, o viajar a Europa con ellos. Hacía tiempo que planeaban ir, mi papá es italiano aunque se nacionalizó argentino, y hacía más de treinta años que no volvía. Corrían los años ‘80 y yo preferí viajar. Así que conocí Italia en el mismo momento en que viví el reencuentro de mi padre con sus familiares que quedaban vivos después de la guerra.
Un día, estando en Venecia, hacía tanto frío que nos metimos en un cine. Estaban dando All that Jazz de Bob Fosse, que acababa de estrenarse. Quedé impactada de una manera tremenda, a mí siempre me había gustado actuar, bailar y cantar, y con esa película me di cuenta de que con esas tres disciplinas se podían contar historias de mucho peso. No sé si era consciente en ese momento de cómo Bob Fosse marcó una escuela nueva en lo coreográfico, en la manera de narrar, pero sí me fascinó la crudeza, la ironía y el humor insólito que tuvo para poder filmar sus minutos previos a morir. Por eso creo que la imagen que más me quedó de la película es cuando él finalmente muere, lo meten en esa bolsa de plástico negro y se escucha el sonido del cierre. Cómo el tipo te muestra eso. La escena me despertó de alguna manera la conciencia de que todos vamos a terminar, o por lo menos nuestro cuerpo, en una bolsa parecida. Y eso abre muchas preguntas sobre cuáles son los caminos para que la vida sea realmente un tránsito de aprendizaje, de trascendencia, de dejar obra, así como lo hace el personaje en la película. Imaginate igual en el marco en el que la estaba viendo, al estar en la tierra natal de mi padre, que había vivido la Segunda Guerra. En ese mismo viaje, cuando fuimos a Bologna, él nos mostró dónde había estado su casa: obviamente había sido bombardeada y sólo quedaban cenizas.
Mis padres adoran la música y siempre me incentivaron en mi camino artístico. Así que esa noche los tres salimos eufóricos del cine. Se supone que el cumpleaños de quince es una suerte de rito de iniciación para las mujeres, el paso de la pubertad a la vida adulta. Y para mí eso estuvo dado por All that Jazz. Incluso en sus escenas de un bello grado de erotismo. Cuando volví a Buenos Aires empecé a tomar cases de danza jazz, tejí sweaters para poder bancarlas incluso, y ahí realmente empezó mi historia.
Después de que terminé de escribir Dijeron de mí me di cuenta de que aquello que me había impresionado quedó en mi cabeza mucho más de lo que creía, porque la obra también fantasea sobre los minutos previos a morir en la vida de Tita Merello y va y viene en el tiempo. Bob Fosse me hizo reflexionar y dejó una obra conmovedora; Tita Merello también, es como que la cadena continúa.
Y sin dudas el sonido del cierre es lo que más me impactó. Aunque creo que la vida no cierra cuando se cierra ese cierre. Pero no me preguntes cómo sigue, ¿eh?
Se puede ver a Virgina Innocenti en Dijeron de mí, que pasa a la sala mayor del Maipo por sólo cuatro semanas. Jueves a sábados a las 21 y domingos a las 20 hs. Esmeralda 443. Entradas desde $ 70.
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