Domingo, 16 de agosto de 2015 | Hoy
SALí
Por Cecilia Boullosa
Todos los meses abre una nueva barra. Los bartenders salen en revistas, tienen programas de televisión, ponen ciertos tragos de moda. La noche de Buenos Aires volvió a girar alrededor de un cóctel. Como en la época de bartenders gloriosos –de 1940 a 1960, con Rodolfo San, Pichín Policastro, ilustres creadores de mezclas mágicas– la coctelería tiene hoy un presente dorado. Para más indicios: entre el 17 y el 22 de agosto se celebrará la primera edición de BA Cóctel (www.bacoctel.com.ar), una semana en la que casi 50 bares y restaurantes ofrecerán más de 150 tragos de autor a precios promocionales. Cócteles equilibrados, con botánicos y especias, más amargos o más dulces, en copa, vaso largo o corto, batidos o solo refrescaditos. Desde los $40 a los $100, según el lugar y la bebida. En resumen: para todos los gustos.
El reparto geográfico del festival también es amplio. Hay bares del Centro, Retiro, San Telmo, Recoleta, Puerto Madero, uno en Villa del Parque, otro en Villa Crespo y, claro, en todo Palermo. Duarte, con tres años recién cumplidos y recién mudado a la tranquila calle Aráoz, es uno de ellos. “Vamos a ofrecer cinco tragos con descuento. Uno que me gusta mucho es el Fava ($ 60 durante esta semana). Es rico y fresco, lleva vodka, Cynar, pepino y manzana. Otro es el Brancame, con Fernet Branca, vino Saint Felicien Semillón Doux, pomelo y soda”, cuenta Agustín Bertero, dueño junto a su hermano Juan de Duarte, quien está a cargo de la cocina (atención con la hamburguesa doble con cheddar, panceta, cebolla caramelizada y barbacoa).
Más allá de lo que atañe al evento, otra buena nueva es que Duarte acaba de renovar su carta de tragos. Dividida en dos, tiene clásicos y covers de esos clásicos, creados por los bartenders. Por ejemplo: el Penélope (tequila, vino rosado, maracuyá y frutilla) es una versión del Margarita y el Lunático (brandy, caña, naranja), del Rusty Nail.
Felices por la reciente mudanza, por su tercer aniversario y por la semana coctelera que se viene, en Duarte ya tienen las copas listas para brindar.
Duarte queda en Aráoz 1218. Teléfono: 2072- 4178. Horario de atención: lunes a viernes, de 19 al cierre; sábados y domingos, de 20 al cierre.
“Tenía 22 años cuando abrí el bar. No sabía nada.” Así empieza a contar su historia Mariano Madueña Rubio. La suya y la de Guebara, el lugar que primero –por unos meses– se llamó Zelig y que un 8 de abril de 1994 decidió abrir con unos amigos, como un paracaidista de la noche, con el entusiasmo de los primeros veinte. Eran tiempos “muy bardo”, recuerda, en los que casi lo único que se despachaba era cerveza nacional de litro. “¿Por qué le pusimos Guebara con b larga? Porque no queríamos tener problemas con la policía, por cualquier boludez te cerraban el bar”, dice. En esos primeros tiempos Guebara era punto de encuentro de bandas de rock en germinación como la Bersuit –que algunos años después grabó ahí el videoclip de “Yo tomo”– o Falsos profetas. Pero el bar fue mutando. A fines de los ’90 Madueña Rubio se anotó en un curso de coctelería y empezó a ofrecer algunos tragos a precios muy módicos. En 2005 impuso el Campari con naranja. De a poco en San Telmo se iba armando un circuito de bares, con Gibraltar, Puerta Roja y el desaparecido Fin del mundo, entre otros de la camada.
El lugar es ínfimo y auténticamente trash. Posters viejos de Charly García, luces rojas, una barra bien provista de whiskies. La comodidad es lo primero que se pierde: el plan es charlar y tomar de parado, no hay espacio para que todos se sienten. Con motivo de BA Cóctel, Madueña Rubio armó tres mezclas que giran alrededor de un denominador común: la miel. El más fresco es el Cynar honey ($ 40) con Cynar, miel y jugo de pomelo. Un poco más fuertes el American honey con bourbon, miel, naranja y cerveza rubia ($ 60) y El profeta tormentoso ($ 50) –cóctel homenaje a la banda amiga– con ron blanco, naranja, miel, blue curazao y un “rumor” de vodka negro. Más allá de la semana del festival, los precios suelen ser de amigo dentro de las cuatro paredes de este bar: ¡un fernet-cola cuesta $ 30! Una empanada –caserísimas, hechas por la mamá–, $ 14. Madueña Rubio lo grafica con una linda frase: “Guebara no tiene happy-hour. Guebara es un happy hour”.
Guebara queda en Humberto Primo 463. Teléfono: 15 5751-5550. Horario de atención: jueves a domingos, de 21 a 5.
La barra de Brandon en datos: la carta de tragos lleva la firma de Inés de los Santos, el azúcar que usan en los cócteles es orgánica, el bartender jefe se llama Lucio Esquivo Bur, la barra tiene 13 banquetas de madera, suman una batería de tragos sin alcohol (como el “híper trío” con jugo de naranja, maracuyá y wheatgrass), su versión del gin tonic –La molle tonic– combina muy bien con los langostinos con panko y coco.
Brandon todavía huele a pintura fresca. Pasaron menos de dos meses desde su apertura (el 7 de julio) en el corazón de Palermo Hollywood. El lugar, de los mismos dueños que la parrilla Miranda, es un galpón de techos altísimos que fue remodelado manteniendo la estética industrial hoy tan de moda. Los 88 cubiertos están distribuidos en el salón, la vereda y un primer piso, más íntimo. La carta que armó de los Santos contempla clásicos y tragos de autor. “La idea fue rescatar algunos cócteles algo olvidados como The Last Word, una mezcla de gin Bombay, jugo de lima, licor Maraschino y Chartreuse amarillo”, cuenta Esquivo Bur, quien antes fue jefe de barra en Soria y Festival. Entre los de autor, hay tres que participarán de BA Cóctel: el Serena ($ 70), un trago a base de Pisco Mistral, licor Strega y jugo de peras, decorado con romero fresco; el poderoso y dulzón Bananas Ed, con Ron Havana 7 años, almíbar de mascabo, bitter casero de banana, bananas deshidratadas y lima ($ 80). Y, por último, el Estrella Julep ($ 75), que como detalle curioso lleva Jack Daniel’s macerado con caramelos Media Hora (además de jugo de pomelo, unas gotas de absenta y menta fresca).
Para comer algo rápido en la barra, son interesantes las opciones de comida callejera: dos tipos de ceviches, mini tacos de pulled pork con cebolla morada y cilantro ($ 125) o keftas de cordero ($ 115). O bien los sándwiches, como la Brandon Burger a la leña ($ 90) o el de albóndigas de cordero ($ 88).
Brandon, un nuevo mix de bar y restaurante bajo la noche palermitana, como para seguir confirmando el buen momento de la coctelería porteña. ¡Salud!
Brandon queda en Fitz Roy 1722. Teléfono: 4776-2014. Horario de atención: domingos a jueves, de 8.30 a 1; viernes y sábado, de 8.30 a 2.
Fotos: Pablo Mehanna
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