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Una ochava en Palermo

Dain Usina Cultural, libros, música y parrilla

Para Guadalupe Pimentel, la chef residente de Dain Usina Cultural, la comida es cultura. Evoluciona, cambia, se mezcla con una cosa, con otra, pero nunca deja de ser el resultado de una combinación de prácticas representativas e identitarias. Por eso se sumó al proyecto familiar de hacer una librería-restaurante con un espacio cultural para muestras y música en vivo.

Dain se inauguró hace un año y medio. Tardaron en encontrar el lugar perfecto, hasta que finalmente dieron con una ochava muy venida abajo pero con una arquitectura fascinante. El local se construyó a nuevo manteniendo la imponencia de la fachada, pero reasignando los espacios interiores. Hoy el lugar cuenta, en la planta baja, con el restaurante, ideal para un buen almuerzo o un té con amigos, y la librería, atendida por tres libreros. Arriba, la vedette del local es una enorme terraza con parrilla, perfecta para almuerzos o cenas de fin de semana con amigos o familia.

Tanto la zona del restaurante como la de la librería, tienen un espíritu unificador, complementario. La idea es promover la actividad de la lectura mientras se degusta alguna de las comidas o se toma una infusión. Es decir, disfrutar de todo junto: sabores, libros y música en un mismo lugar, en un mismo tiempo.

La cocina en general es muy simple, de tintes minimalistas, sin excesos pero con productos bien seleccionados y naturales. Tienen menúes que varían diariamente e incluyen un plato caliente, una guarnición, postre o café y bebida, todo por $60. Los domingos, en una suerte de recreación del concepto de almuerzo familiar argentino, los platos salen directamente de la parrilla: cebollas caramelizadas, ojo de bife, papas cuño, pez espada.

El ambiente amenizado de Dain Usina Cultural está repleto de pequeños detalles como arreglos florales, un sauce que da sombra en la terraza, obras de artistas de renombre expuestas, música latina en vivo. Y todos y cada uno contribuyen a lograr una estética cuidada e interesante.

Las recomendaciones de la chef: el sandwich abundante de pan de campo con roast beef, queso Ruger, morrones asados, mostaza de grano. O el de pan de semillas, salame ahumado y pepinillos. De las ensaladas, la de pollo marinado con cilantro, maní, palta y hojas verdes. Como opción dulce salen los scons, que acompañan muy bien cualquier infusión. Y como postre, el crumble de frutos rojos con mousse de chocolate.

Dain Usina Cultural queda en Nicaragua 4899. Horario de atención: lunes a domingos de 10 a 22. Teléfono: 4778-3554.

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El combo de la felicidad

Libros del Pasaje, tres placeres en uno

La historia es más o menos así: Felipe y Nicolás se conocieron en el exterior grabando un disco. Se hicieron amigos y tuvieron esas típicas charlas emprendedoras de las que salen los buenos proyectos. Una vez en Buenos Aires hicieron realidad la idea de lanzar su propio sello discográfico como plataforma para producir y editar la música que no se estaba editando. Esos discos son hoy la banda sonora natural de Libros del Pasaje. En los últimos meses, el lugar se convirtió en el bunker del sello, y pronto será su punto de venta principal.

La intención de los socios es bien concreta: reunir lo que más les gusta de la pâtisserie francesa y el bakery de los delis de Nueva York para combinarlo con sabores bien argentinos. Que la gente sienta que está en el living de una casa sofisticada y cosmopolita, en un clima cálido y distendido, leyendo un libro, escuchando música y tomando un buen café. Por esto, tienen tres blends de café tostado natural, uno de Colombia, otro de Costa Rica y un tercero que proviene principalmente de Brasil. La marca de té que usan es Ahmad Tea, de origen inglés y con más de veinte blends distintos. Los discos de su colección están cuidadosamente seleccionados y en renovación constante. De hecho, mucha gente opta por llevarse el combo completo de la felicidad: libro, disco y merienda, en una versión superadora de la cajita feliz. Esto pasa fundamentalmente durante los fines de semana, cuando la capacidad del lugar está a tope.

De comer, hay mucho y rico. Entre lo dulce, carrot cake (torta de zanahoria y especias con queso Philadelphia y nuez), New York cheesecake (la receta original, según los dueños), croissant de almendras (un clásico de la tarde que despertó un fanatismo increíble), tarte aux poires (bien tradicional tarta de peras francesa). Entre lo salado, lo que más sale son las baguettes rellenas, el sandwich vegetariano, las focaccias asadas y la tarta de puerros.

Pero también se animan a recomendar libros, como Eramos unos niños, el libro de memorias sentimentales de Patti Smith. Dentro de la música, se escucha mucho el álbum a lo New Orleans de Hugh Laurie, Let Them Talk; el de Paul Simon, So Beautiful or So What,; y el Duets II de Tony Bennet (“porque es Tony y porque el dueto con Amy Winehouse en “Body & Soul” es de antología”). Por último, el disco de Sinatra-Jobim, The Complete Reprise Recordings, suena en non stop desde que el local abre de mañana.

Libros del Pasaje queda en Thames 1762. Horario de atención: lunes a sábados de 10 a 22. Domingos y feriados de 14 a 21. Teléfono: 4833-6637.

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El conocido por todos

Clásica y Moderna, con 70 años de historia

Si de comer entre libros se trata, Buenos Aires propone una opción conocida y siempre recomendable. El rincón de la historia que nos ofrece el bar y librería Clásica y Moderna. Su nombre, en clara alusión al mundo literario de las letras, resuena en la cabeza de los porteños, algo que le valió numerosas distinciones. Veamos: declarado de interés cultural por la Legislatura porteña, Premio Konex 2004 en Letras, distinción de la Ciudad de Buenos Aires por su aporte cultural a la ciudad, declarado bar y librería notable por la Comisión de Patrimonio del Gobierno de la Ciudad, empresa Pyme del 2006 por la cámara española de comercio de la República Argentina, entre tantos otros.

Pero, ¿qué es concretamente Clásica y Moderna? En principio una librería que se fundó a finales de la década del ’30 y que rápidamente se consolidó como un lugar de encuentro de escritores, políticos e intelectuales de la época. Luego tuvo momentos más y menos intensos. Hasta que la vuelta de la democracia en 1983 lo convirtió en un clásico de renombre. A partir de ese momento sus dueños ampliaron la oferta y comenzaron a incorporar shows musicales, actividades artísticas y un bar-restaurante para que la gente de paso pueda instalarse a hablar, comer y leer. Hoy en día, Clásica y Moderna permite disfrutar de todas estas ofertas, sumando ese olor a historia que tienen sus sillas y sus mesas.

La librería es el alma del lugar. Al mediodía hay un pianista en vivo que acompaña el menú ejecutivo de $50, para una clientela estable que suele estar conformada por oficinistas y abogados de la zona, todo mechado con buena cantidad de turistas aconsejados por las guías de turismo. Entre los artistas que desfilan por la programación de la sala se encuentran nombres como Ayo, Chico Navarro, Susana Rinaldi, el gran Leopoldo Federico y demás tangueros y músicos latinoamericanos que agotan todas las localidades de la sala fundamentalmente los fines de semana.

Las especialidades gastrómicas recomendadas son la picada Umberto Eco, que tiene jamón crudo, aceitunas y varios quesos acompañados con una cerveza bien helada, o los platos que salen de la cocina en menúes sugeridos, incluyendo pollo en crocante de sésamo o brótola en reducción de vino blanco. Como postre, peras al vino tinto Bécquer. El lugar se destaca por tener mozos clásicos y profesionales, como el lugar exige, y libreros de oficio que, para acompañar un café, recomiendan, por ejemplo, los cuentos reunidos del narrador noruego Kjell Askildsen.

Clásica y Moderna queda en Callao 892. Horario de atención: lunes a viernes de 7 a 21. Sábados, domingos y feriados, de 10 al cierre (cerca de las 2, según el espectáculo). Teléfono: 4812-8707.

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Fotos: Pablo Mehanna