Domingo, 11 de diciembre de 2011 | Hoy
SALí
Por Carlos Godoy
De Simone Ramos Generales, almacén de inmigrantes
Los lugares mejor guardados son los más preciados. De Simone es el apellido de Carla (dueña, pastelera y encargada del lugar) y Ramos el de su marido, ambos creadores de De Simone Ramos Generales, un tranquilo y nada típico café ubicado en una esquina perdida de Florida, rodeada de vecinos que se sientan en las puertas de sus casas cuando baja el fuerte sol del verano. Si uno camina por el barrio, ya desde la vereda de enfrente se puede sentir un aroma dulce de harinas horneadas.
De Simone Ramos Generales es un lugar pensado para ir a tomar un té, un café por la tarde o por la mañana, en especial con los hijos como compañía. Es la opción perfecta para todos aquellos padres que, cansados de los conocidos lugares para salir con chicos, piden una opción diferente, práctica, tranquila y complementaria.
De Simone demuestra que no es necesario contar con un sector específicamente infantil para ser niños friendly, sino que alcanza con espíritu y predisposición para que los chicos se sientan cómodos y se entretengan dibujando, armando algún rompecabezas o simplemente comiendo cookies de avena y chocolate junto a sus padres. Es muy típico ver en las mesas niños de diferentes edades, concentrados y en silencio, explorando su creatividad.
Detalle para madres: el baño de mujeres cuenta con un espacio con instalaciones destinadas al cambiado de los bebés con total comodidad. Detalle para todos: el cochecito entra a la perfección en el salón, no van a tener que hacer malabares entre las mesas al entrar.
Los platos servidos parecen una mínima obra de arte, no sólo por la apuesta visual sino también por su sabor. Vale destacar los exquisitos desayunos y meriendas: la encargada recomienda La Granolla (casera) que llega con yogur natural, frutas frescas y miel orgánica. La carta del almuerzo, por su parte, también tiene su presencia con propuestas muy variadas, frescas y nutritivas. La conocida chef “sana” Juliana López May asesoró a Carla en su creación, lo que sirve como pista de la alta calidad buscada en la elección de la materia prima y de las combinaciones de los sabores. Platos suculentos y livianos a la vez, pero sobre todo riquísimos y muy frescos. Un recomendado de la casa: ensalada de rúcula, parmesano y pollo laqueado, por $44. Y de postre, cheesecake de maracuyá por $25.
Con más de un detalle que lo diferencia del resto, De Simone es un lugar luminoso, de sabrosa comida, sereno y familiar. ¿Hace falta algo más?
De Simone Ramos Generales queda en Güemes 2302, Florida (Zona Norte). Teléfono: 4797-6663. Horario de atención: martes a viernes de 8 a 21; sábados y domingos de 9 a 21.
Parrilla infantil
Ravello, con globóloga incluida
Una parrilla suele ser, de hecho, un lugar familiar, de encuentro multitudinario, ruidoso y popular. Pero pocas llegan al punto que propone Ravello, especialista en esto de atender generaciones y dejar a todos contentos. Cuando hace siete años Javier Harari (dueño y chef del local) tuvo su primer hijo, pudo comprender de golpe y a fuerza de cenas inconclusas las reales necesidades de los padres que gustan de salir a comer acompañados por sus niños. Por eso, se propuso como objetivo un proyecto gastronómico que cuente con un sector infantil acondicionado para que los hijos se diviertan y entretengan, mientras los padres disfrutan de una buena comida. La realización de esta idea decantó en Ravello, una parrilla ubicada en Palermo que cuenta con un sector (que funciona sábados, domingos y feriados al mediodía) acondicionado especialmente con juegos y materiales didácticos para que se diviertan en compañía de una maestra jardinera y una globóloga, un éxito indiscutible. Lo mejor: Ravello no sólo ofrece tranquilidad para los padres y divertimento para los hijos a la hora de almorzar, sino que también incluye comidas que convencen, aun más allá de las clásicas carnes a las brasas. Por ejemplo, Natalia, encargada general desde los inicios del restaurante, no duda en recomendar como plato principal el mero alimonado grillado con berenjena ahumada y rúcula fresca, a $59, o el ravioli de ternera al vino tinto con crema de hongos de pino, por $51. De postre, apuesta por la degustación de mini mousses: clásica de chocolate, espumone de limón y mousse del día, a $37. O la torta pasión de chocolate: marquise con base almendrada y salsa cremosa de menta, por $29. Y como no sólo de juegos y globos viven los chicos, hay un menú Ravellito que ofrece gnocchi con salsa / milanesa con papas fritas o pechuguita con puré + chocotorta o helado + bebida + sorpresa, todo a $44. A propósito de este menú, Ravello se jacta con orgullo de haber sido el primer restaurante de Palermo Hollywood en incorporar la chocotorta en la carta.
Siete años pasaron y Ravello es una ya clásica parrilla familiar de Palermo. Un espacio de arquitectura mediterránea, jardín y terraza con una preciosa parra que hace de soñada mediasombra. Una buena opción para reuniones familiares o reencuentros de amigos treintañeros, cuando bebés y niños comienzan a ser moneda corriente –y omnipresente.
Ravello queda en Honduras 5906. Teléfono: 4770-9400. Horario de atención: lunes a domingos, de 12 a 16 y de 20 al cierre.
Mosaik, manualidades gastronómicas
La primera pregunta que surge es: ¿qué es Mosaik? Carola Melhem, dueña y fundadora, dice de manera algo elíptica: “Lo más atractivo de Mosaik y lo que nos cuesta mucho transmitir es el concepto, ya que es una tienda única. Una tienda, un bar para tomar un té o un café, pero además un lugar donde los niños pueden venir a realizar manualidades”. La definición deja varios hilos sin tejer, por lo que vale la pena adentrarse un poco más en este mosaico gastronómico y artístico.
Según Carola, todo empezó cuando un día, mientras estaba en el pediatra con su hija, una recepcionista las llevó a una sala especial donde había otros chicos realizando manualidades, a la espera de ser atendidos. Ahí se encendió la primera lamparita. Desde entonces, Carola comenzó a festejarles los cumpleaños a sus hijos en su casa, de una forma práctica y mucho más económica que los salones ad hoc: para hacerlo, compraba sets de manualidades para que los chicos se entretuvieran y además, de este modo, se llevaban lo producido durante la jornada como souvenir al final del cumpleaños.
Mosaik es un fiel reflejo de esos experimentos. Un lugar pensado para que los padres acompañen a los niños, más que para que los niños acompañen a los padres. Un mundo de divertimentos manuales en el que los más chicos dan rienda suelta a sus más descabellados conceptos imaginativos, y los convierten en comida.
La idea es que ellos mismos diseñen su merienda o su desayuno, elijan la combinación de los colores de las granas, confites o pepas de chocolate, para terminar de armar sus pastelitos, muffins o cupcakes. De este modo, se ven muchas situaciones in situ: abuelos que traen a sus nietos, grupitos de niños que festejan cumpleaños, mamás y algún que otro papá que se juntan a tomar un café y charlar mientras comen algo dulce y los chicos se divierten cocinando y decorando.
Entre lo más recomendado aparece el bien argentino alfajor de maicena bañado en dulce de leche con granas a elección por $12, perfecto para acompañar desde un adulto café a un nostálgico submarino. Por lo general, lo que más piden los chicos es el “Cupcake creativo de chocolate con chispas de chocolate”, una explosión de colores golosos.
Así, se termina de entender el concepto: Mosaik es un espacio para disfrutar de las manualidades y de la buena pastelería, honrando el estilo de una casa de té inglesa, pero donde los hijos se convierten en protagonistas. Unos protagonistas felices, con las manos enchastradas y la panza llena.
Mosaik queda en Cabello 3350. Teléfono: 4803-9233. Horario de atención: lunes a domingo de 9 a 20.
Fotos: Pablo Mehanna
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