El pasado martes, el esmerado líder de U2 se presentó frente a un comité del Senado estadounidense para aportar su granito de arena en la discusión sobre Oriente Próximo, la crisis de los refugiados, las causas y consecuencias de los extremismos. Participó, por supuesto, en carácter de… Bono, filántropo y activista. Y antes que un granito, lanzó flor de duna: “No se rían, pero creo que la comedia debe ser utilizada. Nótese que las primeras personas que Hitler echó de Alemania fueron los surrealistas y los dadaístas. Si hablás el lenguaje de la violencia, hablás su idioma. En cambio, si te reís de ellos cuando realizan el paso de la oca por las calles, entonces les quitás el poder. Por lo tanto, estoy sugiriendo que el Congreso envíe a Amy Schumer, Chris Rock y Sacha Baron Cohen (a luchar contra ISIS). Gracias”.

A pesar del pedido inicial del cantante, que –aclaración– no estaba bromeando, se sucedieron muchas carcajadas. Hasta que la senadora demócrata Jeanne Shaheen decidió poner un manto de seriedad sobre la propuesta: “No es la primera vez que escucho a expertos referirse a esa posibilidad para contrarrestar los extremismos violentos. Es una de las opciones que estamos barajando”. De más está aclarar que Amy Schumer no se mostró especialmente entusiasmada ante la posibilidad de permutar ataques aéreos con chistes in situ. “Santa mierda…”, fue la inmediata respuesta de la actriz, que se expresó vía Twitter. Y aunque Rock y Cohen aún no hayan hecho declaración alguna, difícilmente se alejen demasiado de su reacción.

Por lo demás, Bono no se limitó a destacar el “poder de la risa”; también opinó sobre el rol de la asistencia internacional. “Cuando la ayuda está debidamente estructurada, prestando especial atención a la lucha contra la pobreza y la mejora del gobierno, puede convertirse en el mejor baluarte contra el extremismo de nuestros tiempos”, dijo el irlandés, alertando además sobre los “hipernacionalismos” que, a su entender, están ganando terreno en Europa. Sobre esas reflexiones, claro, ninguna risa.