Sea cambiando cubiertas de libros de autoayuda por ficcionales títulos y contratapas (Así que tu hijo es un centauro, Aprende a vestirte por ti mismo o La Guía del Principiante en Sacrificios Humanos, etcétera), “vendiendo” disfraces de mentirilla durante Halloween (“Novia con frío”, “Patata sexy”, “Cara de rastrillo”, “Mi viejo”…) o repartiendo promociones imposibles del tipo “impresoras racistas a 29 dólares” o “mayonesa encantada a 1,99”, el humorista norteamericano Jeff Wysaski, de 33, persiste en su afán de hacer bromas. Algunas más pesadas que otras, a juzgar por las diferentes reacciones con las que los californianos —su target— reciben sus bufonadas, tan festejadas por sitios estadounidenses como Buzzfeed, Time Magazine, Daily Dot, entre otros. La última en recibir cobertura viral tiene como protagonista al zoológico de Los Ángeles, donde el creador de las webs Obvious Plant y Pleated Jeans se infiltró las pasadas semanas, amén de colgar carteles repletos de peculiar información sobre los animalitos en jaula.

Así, camuflándolos entre la señalética oficial de la institución en cuestión, intitulándolos “Hechos del reino animal”, Wysaski desperdigó una decena de afiches con datos… discutibles. “Los flamencos son monógamos. Excepto por Phillip, ese bastardo traicionero”, ofrecía uno de ellos. “Las suricatas pueden controlar adminículos electrónicos con sus mentes. Si su celular suena, no lo atienda. Es una de ellas pidiéndole ayuda para escapar, y sepa que pueden ser muy persuasivas”, marcaba otra. Y luego: “Los pingüinos llevan esmoquin porque están lentamente evolucionando hacia magnates de 1920. En 30 años, tendrán monóculos. En 60, desdén por los pobres”. Otros bichos que no se salvaron de irrisorios datos: koalas, osos, gibones, patitos, lechuzas, el chajá, cuyos gritos responderían a una capacidad sobrenatural para ver fantasmas. Lo cual, por supuesto, lo asusta tanto que no puede sino gritar. Una reacción más que comprensible… de ser verdadera.