Domingo, 29 de febrero de 2004 | Hoy
VALE DECIR
Como todo el mundo sabe, dos de los hermanos Jackson, Michael y Janet, se encuentran en este momento en el centro de sendos escándalos norteamericanos, de esos que recorren el mundo. Pero los que verdaderamente llevan las de perder con estos asuntos no son tanto los dos hermanos, sino los imitadores de Michael, que no serán tantos como en la época de Thriller (ni en la de Bad ni Black and White ni la de HIStory, siquiera) pero que siguen siendo legión. Kenny Wizz, uno famoso, de Las Vegas, por ejemplo, está entre quienes ven peligrar su fuente de sustento (y prestigio, claro). “Estoy preocupado, simplemente porque amo lo que hago. Me preocupa que ya no me acepten de la misma manera que antes. Soy un profesional: hago el moonwalking y todo eso”, dijo. Y se sabe que fueron canceladas las presentaciones de otros muchos imitadores desde el arresto del original, y que –también desde entonces– sólo se los convoca para hacer crueles parodias. “Cuando les pregunté en qué consistía la oferta –cuenta Joby Rogers, quien supuestamente se parece a MJ, si es que eso es posible– dieron un montón de vueltas y debí rechazarlo. Más allá de mi carrera, no quiero hacerle eso a Michael, de un ser humano a otro.” Rob Garrett, capo de una compañía que representa a tipos parecidos a celebridades, la RHRN, dijo sobre el asunto que “los chicos esperan junto a sus teléfonos, pero éstos no suenan. Y están preocupados”.
Válgame
Dios 1 PC Kosher
Dispuesto a combatir los hábitos voyeurísticos de sus fieles,
el rabino israelí Schlomo Eliahu decidió que ya iba siendo hora
de que existiera un remedio avalado oficialmente “contra el porno”,
y ha compuesto para tal fin una plegaria destinada a combatir “la culpa”
de los navegantes del sexo en Internet. El contenido del rezo es más
o menos el siguiente: “Por favor Dios, ayúdame a mantener la computadora
libre de virus y de fotografías malignas que perturban y arruinan mi
trabajo (...), de manera tal de poder mantenerme a mí mismo libre de
pecado”. Eliahu argumenta que ha habido un marcado incremento en el número
de hombres que acuden a él para confesar sus “pecados internéticos”.
Todos se mostraron preocupados por el tiempo que perdían paseando por
páginas y portales de sexo explícito y por cómo estaba
arruinando sus vidas familiares, según se informó en el periódico
Yedioth Ahronoth. El rabino sugiere a sus seguidores rezar cada vez que se loguean
en sus sistemas informáticos, para estar así cubiertos ante la
posibilidad de que el demonio de la carne vuelva a apoderarse de sus monitores
y de sus almas, siquiera por accidente.
Válgame
Dios 2 La cura de los curas
“¿Homofóbicos nosotros?”: un grupo cristiano austríaco
ofrece actualmente “una cura para la homosexualidad”. La propuesta
consiste en una serie de seminarios –pagos– en los cuales los secuaces
del arzobispo de Salzburgo, Andreas Laun, enseñan a los asistentes “a
vivir sus vidas y encontrar sus verdaderas identidades de la manera en que lo
quiere Dios”. La asociación se llama Aguas Vivas; el slogan del
seminario es el no demasiado elaborado “En Austria, Dios cura a los gays”,
y cada sesión cuesta el equivalente a unos 120 dólares. El Partido
Socialdemócrata de Salzburgo y un terapeuta sexual vienés (un
tal Dieter Schmutzer) han condenado la iniciativa de Laun quien, si prosiguen
los ataques contra su curso medievalista, tendrá que buscarse otro curro
para el año que acaba de comenzar.
¿Para
qué viajar al espacio si en la Tierra hay suficiente?
Patrick Stewart, calvo de fama shakespeareana y startrékica (de Star
Trek: viaje a las estrellas), más conocido como Jean-Luc Picard, capitán
de la mítica USS Enterprise, abrió la boca y lo que salió
de ella recorrió el mundo –y más allá– a la
velocidad de la luz. Contra lo que todos sus fans esperaban de él, Stewart
se atrevió a opinar que los viajes interplanetarios tripulados por seres
humanos son una mala idea. “La verdad es que no estoy muy a favor de ellos”,
le dijo el pelado a la BBC. “Me gustaría ver cómo arreglamos
este lugar antes de tener la arrogancia de mandar a una civilización
significativamente defectuosa a otros planetas, aunque se encuentren deshabitados”,
dijo. Stewart dijo que aprobaba las misiones no tripuladas, tales como las de
los exploradores enviados por la NASA a Marte. Pero los viajes siderales con
gente dentro, insistió, son muy costosos. “A medida que me voy
volviendo viejo, la molestia que experimento ante la cantidad de tiempo y de
dinero que se debe gastar en todos estos proyectos destinados a poner a los
humanos de vuelta en la Luna o en otros planetas, es enorme”, se explayó
Stewart. “Yo creo que deberían ser dirigidos a nuestro propio planeta.”
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