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Domingo, 24 de julio de 2005

VALE DECIR

Vale decir

Autocrítica en la red

El estalinismo ya no es lo que era. En China, los 68 millones de miembros del Partido Comunista son regularmente obligados a realizar su autocrítica, en el marco de la Campaña de Educación para Mantener la Naturaleza Avanzada de los Miembros del Partido, ordenada por el presidente Hu Jintao. Pero como China hace años que es efectivamente capitalista, el mismo gobierno creó un sitio web de servicios para los afiliados donde se reproducen modelos de autocrítica, con frases para memorizar y utilizar. Por ejemplo:

- No puse en mi corazón el dolor de las masas.

- No me esforcé en sentir la voluntad del pueblo.

- Mi determinación de servir al pueblo no es lo suficientemente fuerte.

- No me dura demasiado la indignación por la corrupción.

- Tengo una fuerte tendencia a evitar conflictos. No critico a mis camaradas ni trato de rectificar sus abusos.

- Ya no estudio marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao o la teoría de Deng. Siempre me guío por mis propias ideas y siento que si sigo la ley es suficiente.

- Me equivoco al pensar que si soy humano, les pago mejor a mis empleados, les resuelvo sus problemas de vivienda, escolaridad y salud, les soy más útil que si les explico la importancia del comunismo.

Tortazos

La noticia habría calentado la pantalla ya de por sí siempre caliente de Crónica TV unos días atrás, y ahora sigue vibrando por e-mail, desafiando la incredulidad de los más curtidos. Porque, que a la pobre anciana la hayan atacado, vaya y pase; que la golpearan salvajemente es de lamentarse; pero comerle la pastafrola: eso sí que ya es de desalmados.

12 monos

Una pareja austríaca con doce retoños acaba de separarse, porque el marido le dijo a ella que era gay. Mum Alina Look –así se llama la mujer– echó a Hannes de la casa que compartían en Graz cuando éste le anunció que tenía en su planes irse a vivir con un hombre. Según contó Alina, “una amiga me llamó para contarme que lo había visto a Hannes con otra persona, abrazándose y besándose. No le creí cuando me dijo que la otra persona era un tipo, pero al confrontarlo, Hannes lo admitió todo”. El detalle de Hannes fue que, tras la confesión, le dijo también que sólo había tenido relaciones sexuales con ella para embarazarla y así darle algo con qué mantenerse ocupada. “No puedo creer que hayamos tenido doce hijos juntos; toda mi vida ha sido una mentira”, dice la mujer, que acaba de escribir unlibro sobre su experiencia: ...sin tiempo para rezar, que espera la ayude a seguir parando la olla y las doce cazuelitas...

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