Así lo anunciaron las agencias de noticias esta semana: el presidente ruso Vladimir Putin se ha convertido, sin pretenderlo, en un icono gay, al ser fotografiado pescando con el torso desnudo. Las imágenes fueron tomadas durante las vacaciones del mandatario junto al príncipe Alberto de Mónaco en las montañas siberianas, y han tenido “un enorme impacto” en su país. El diario Komsomolskaya Pravda publicó esta foto a color y en un tamaño importante, bajo el titular: “Sé como Putin”. Acompañando la imagen, una guía de los ejercicios necesarios para hacerse de un torso como el del ex KGB, y un informe sobre los comentarios posteados por las mujeres que visitaron el website del periódico. Esa no era, claro, la única página online que ardía: también los chatrooms y los blogs gays se mostraron interesados e intrigados por el descubrimiento. Incluso una imagen que empezó a circular por la red a toda velocidad parodiaba el asunto comparando la aventura al aire libre del presidente con el western gay Secreto en la montaña. El premier de 54 años, casado y con dos hijas, interrumpe una seguidilla de años mostrándose en fotos y televisión practicando esquí y judo, conduciendo trenes, camiones, jets y submarinos, y forjando así una imagen de “héroe macho”.