Pizza Express, una cadena de pizzerías británica, se embarca de lleno en la modernidad. Cuenta el sitio web CNET UK que el experimento arranca en uno de los locales de Richmond; allí se determinará cómo se reproduce en las demás pizzerías. Cada mesa tendrá un lugar para conectar el iPod y escuchar música. Habrá un panel de luces para llamar al mozo, pedir la cuenta o simplemente decir “no molestar”. Para que la música no moleste a los demás clientes, la mesa tendrá un domo parabólico que aislará los ruidos: en síntesis, un cono del silencio.

La idea fue diseñada por el técnico acústico Sergio Luzzi y por el arquitecto Ab Rogers. El toque final será una aplicación para iPod que permitirá hacer el pedido directamente desde el aparatito.

Aquel cono del silencio, el del Superagente 86, no funcionaba nunca. ¿Qué tal andarán estas nuevas encarnaciones? Sea como fuere, una oda al individualismo: atrás quedó la jukebox y la idea de compartir la música entre todos; bienvenido el iPod, el cono y el silencio de las masas, que es salud.