Dice la doctora Marie-Catherine Klarkowski, dentista: “Lo más importante es sacarle el miedo al paciente”. Por eso, en su consultorio de Munich, la doctora ha tomado una extraña iniciativa: ahora ella y todo su plantel femenino se visten con un vestido tradicional alemán que es muy escotado.

“Los escotes narcotizan a los pacientes y los distraen del dolor enseguida”, explica Marie-Catherine al diario británico Metro, y hace notar que su clientela aumentó en un 30 por ciento. Todos hombres, claro. “La competencia no duerme”, cuenta la doctora. “Conozco colegas que tienen su consultorio enteramente decorado con Mickey Mouse y hay uno que lo hizo todo al estilo Star Trek.” Pobres las pacientes mujeres que, si no les gustan las tetas, no tienen con qué distraerse. Pobres las doctoras que pensaron que estudiar una carrera universitaria les iba a permitir un trabajo con dignidad.