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Los pitbull gozan de una pésima reputación porque ha habido muchos tristes incidentes que les costaron la vida a niños pequeños. La culpa nunca es del animal: siempre recae con los dueños, que fallaron a la hora de entrenarlo como corresponde.

En Florida, Estados Unidos, una mujer salía de una plaza con su hijo de dos años cuando fue interceptada por un hombre con un cuchillo, quien le ordenó que no hiciera ruido ni movimientos bruscos. Antes de que pudiera suceder nada más, un pitbull, salido de la nada, cargó contra el hombre y lo obligó a huir.

Finalizado el incidente, la mujer metió a su hijo en el auto y se dispuso a alejarse de allí, pero el pitbull se coló en el asiento trasero. Entonces ella llamó la policía para que se encargaran del animalito.

Hay muchas historias acerca de animales que dan hasta la vida por sus dueños, pero este perro nunca había visto antes a la mujer ni a su hijo. Por su carácter moderado y su buena salud, los empleados de la perrera están convencidos de que no es un perro de la calle sino que se les perdió a los dueños. Si en cinco días nadie lo reclama, la mujer adoptará al pitbull: ya lo bautizó Angel porque, según ella, fue su ángel guardián.