Pocos meses atrás, Zhang Xiufang era apenas una barrendera más atendiendo las calles de Pekín. Con un marido enfermo y una niña pequeña en el colegio, la mujer —que solía practicar Tai Chi con espada en sus tiempos libres— se dio al digno trabajo de mantener el municipio libre de basura. Claro que, al rato, empezó a aburrirse y, para matar las horas, le dio a su escoba un (segundo) uso, menos convencional: hacer acrobacias ninja. “Es una gran forma de relajarse y estar en forma. Así que, ¿por qué no?”, explicó la flexible señora que, pescada en el acto, se dejó filmar, volviéndose éxito YouTube.

Cual sopa instantánea, su fama se cocinó tan rápido (recibió 30 mil visitas en dos días) que ya tiene un apodo (“Sister Broom”) y suma decenas de notas en canales orientales, incluido un paso por Walk of Fame, show de talentos del canal China Changes TV (CCTV). “Quiero mostrarles a mis compañeros que cualquiera puede tener un sueño”, aseguró ella que, de tanto soñar, perdió su trabajo. Es que, entre nota y nota, la barrendera estrella olvidó mantener su presentismo y faltó 20 días de 30 a sus labores. A Yu, su supervisora, no le hizo gracia tener que cubrirla y, sanseacabó, la echó.

Zhang accedió de buena gana a irse pero pidió que le hagan una pequeña concesión: quiere seguir usando su uniforme. “A la audiencia la atrajo que fuera una barrendera”, expresó, preocupada por darle a la gente lo que quiere. “Mediáticos 1”, aprobado. Así se reparte hoy: hace performances y busca changas, algo que la mantenga financieramente pero, ante todo, le permita practicar su talento. Con espada o escoba, da lo mismo; lo que importa es el disfraz.