¿Qué tienen en común Obama, Clinton, Reagan y Nixon? La respuesta evidente sería: todos –demócratas o republicanos– han sido (o son) presidentes de los Estados Unidos de Norteamérica. La no tan explícita respuesta corre por cuenta de la artista neoyorquina Emily Deutchman, quien recientemente ha estrenado una serie de retratos presidenciales con una vuelta de tuerca un tanto peculiar: a todos les ha dibujado senos... en el rostro. Más o menos evidente según el caso, las acuarelas de la pintora buscan tirar abajo la solemnidad de la investidura y, en el proceso, generar controversia.

“Quería una serie a la cual la gente inevitablemente le asignara un sentido y una intención. Me gusta el hecho de que el proyecto genere polémica y discusión, pero que también pueda ser disfrutable desde un plano puramente humorístico”, explicó la muchacha, oscilante entre la parodia, el gesto obsceno y la iconicidad. Con tanta actitud ha sido recibida su obra que los detractores no han tardado en hacerse presentes: “Realmente estúpido y mediocre; una pérdida de tiempo”, comentó una tal Kathleen en la página del proyecto. “Esto es patético e infantil; es terrorismo cultural. Lo igualaría a un dibujo animado hecho por estudiantes drogados”, afirmó un enojado Dennis.

Otros usuarios de la web, en cambio, dejaron un mensaje más positivo en presidentswithboobfaces.com: “¡Refrescante! Sin mencionar que es perversamente gracioso” o “He aquí el verdadero espíritu punk o dadaísta”, sostuvieron sus seguidores. Y un entusiasta fue aún más lejos, leyendo –-quizá– demasiado entrelíneas: “Las mujeres han estado tan ausentes de la imagen presidencial que poner un símbolo inequívocamente femenino frente a sus ojos es muy fuerte”. Ok.