Cualquier purrete con dosis mínimas de imaginación compartirá el mismo terror: que un monstruo aparque bajo su cama, armario o —básicamente— en cualquier rincón oscuro de su casa. Y aunque padres o tutores varios reciten al niño el mismo cuento (“¡no existen!”), nada vence el poder de la sugestión. Salvo los años y, desde el mes pasado hasta la fecha, un placebo fabricado específicamente para combatir a vampiros, hombres lobo, zombis o terrores varios. “Uno de los tratamientos más efectivos jamás prescriptos para combatir al cuco”, ofrecen los medios norteamericanos al transmitir el negocio recientemente lanzado por dos farmacéuticos de Dakota del Norte.

Creado por Jeff Dodds y su hija de símil profesión Josslyn, el Monster Spray se ha revelado como una inesperada (y viralizada) cura para fantasmas y seres de la noche. Empleados ambos de la botica Barrett, en Watford City, la dupla pergeñó una poción de agua coloreada (azul, para más precisiones) que permite 120 pulverizaciones y una recarga. “Completamente seguro y efectivo”, acorde con las propias palabras del dúo, su modo de uso es simple: que el niño o niña en cuestión vea a los adultos aplicar el inofensivo aerosol en la habitación y bajo la cama, cuantas veces sea necesario. Sin efectos secundarios, la respuesta es inmediata: un sueño plácido, la cama seca y la lámpara apagada. Los clientes, agradecidos; los monstruos, cabe imaginar, no tanto.