Dom 16.11.2003
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PUNCH

¿Qué me hiciste, hermano?

Yeslam bin Laden es productor de cine y financia los proyectos de Lars von Trier, pero la comunidad cinematográfica prefiere que no aparezca en los créditos. Y eso que él no para de despacharse contra Osama.

POR GEOFFREY MACNAB, DE THE INDEPENDENT

Nadie encontrará su nombre en los créditos de ninguna película, pero Yeslam bin Laden, el hermano mayor de Osama, se está convirtiendo en un sólido productor cinematográfico. Para empezar, ya está involucrado en tres nuevas películas de Lars von Trier. Según este empresario con base en Suiza y propietario de una villa en Cannes, confeso fan que filmaba cortos de adolescente, Von Trier es su héroe: “Bailarina en la oscuridad es uno de los films más emotivos que vi en años”, dice con el mismo entusiasmo que habla de Contra viento y marea. Dado que Von Trier ha sido frecuentemente acusado de antinorteamericano (la revista Variety consideró su última película, Dogville, “un golpe ideológicamente apocalíptico a los valores americanos”), alguno supondrá lógico que un Bin Laden sea un ardiente defensor de sus películas.
Sin embargo, Bin Laden padece desde hace años a su medio hermano: lleva una vida cosmopolita y aprecia el cine norteamericano. Entre sus películas favoritas menciona La lista de Schindler, Manhattan, todas las de Kubrick y Citizen Kane. Tarantino también. “Cuando tenía 13 o 14 me compré mi primera cámara, una Súper-8, y filmé varios cortos de ficción con miembros de la familia y compañeros de colegio.” Ahora, adulto, Bin Laden forma parte del directorio de Almaz Film, una productora con base en Suiza dirigida por Gerald Morin, un personaje peculiar que trabajó como asistente de Fellini en Roma, Amarcord y Casanova. Mientras Morin se encarga de la producción, Bin Laden lee los guiones y decide qué proyecto encararán. Además, se encarga de los negocios familiares: la rama europea de la Saudi Investment Company. “Por eso Gerald lleva el día a día de la productora”, explica Bin Laden. Ambos se conocieron en un festival de Ginebra, en 1994. Bin Laden accedió a financiar algunos proyectos y nació la amistad. Fundaron Almaz Film en abril del 2001 y, desde entonces, cuentan con seis películas en su haber, incluidas The Five Obstructions (co-dirigida por Von Trier y Jorgen Leth) y The Dogville Confessions, un making-off de la película con Nicole Kidman. Von Trier ya los ha convencido de invertir en Manderlay, la secuela de Dogville, y acaban de firmar para producir Mission in Hell, un documental sobre médicos suizos que colaboraron con el ejército alemán durante la Segunda Guerra.
Pero Bin Laden no figura ni figurará en ninguno de los créditos. Cuando se le pregunta si teme la reacción de críticos y público al ver a un Bin Laden como productor ejecutivo, responde secamente: “Almaz Film fue creada antes del 11 de septiembre del 2001. Mi nombre ya no aparecía entonces”. El mismo Morin intentó convencerlo de que aceptara figurar, pero Bin Laden se negó. “Yeslam no tiene problemas de ego”, dice Morin. Tampoco es tímido a la hora de usar el apellido familiar. El año pasado se dijo que pensaba lanzar una marca de ropa Bin Laden (según Morin, el proyecto era anterior al 11 de septiembre, y luego se lo descartó por razones obvias). Hace poco creó una fundación con el apellido. “Dijo que el nombre debía ser protegido, no destruido por su hermano.”
Pocas veces los hermanos se han visto cara a cara. Eran 29 chicas y 25 varones en la familia. El padre, Mohammed bin Laden, un magnate industrial, murió en 1968, cuando Yeslam tenía 18 años. Y, según Morin, éste todavía no conocía a su hermano Osama. “Se vieron tres veces. La última fue en 1981, cuando la familia intentó reunirse para el Ramadán.”
Desde el 11 de septiembre, Bin Laden ha hecho tremendos esfuerzos por separar su imagen de la de su medio hermano y lo ha condenadopúblicamente. Sin embargo, para algunos en el negocio del cine, eso no es suficiente. Los distribuidores lo prefieren invisible. Incluso Jorgen Leth se mostró sorprendido al enterarse de la participación de Bin Laden en su proyecto. Morin, que ayudó a Bin Laden a conseguir su ciudadanía suiza, lo defiende: “Tuvo muchos problemas. Se dijo que era terrorista, que manejaba dinero del narcotráfico. Dijeron que estaba loco. Pero nada es cierto. Conozco a Yeslam desde hace años. Y es verdad que es medio hermano de Osama, pero que de 54 hermanos uno esté loco, no es tanto”.

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