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Domingo, 3 de octubre de 2004

MúSICA - CóMO ENCONTRAR LAS CANCIONES OCULTAS EN LOS CD

El track fantasma

Las grabaciones satánicas y los discos pasados al revés ya fueron: el nuevo chiche del rock es esconder canciones en los compacts.

POR GUSTAVO FERNANDEZ WALKER

El grupo inglés The Music lanzó hace muy poco su celebrado segundo disco, Welcome to the North. Y al igual que Nirvana, U2 y Pet Shop Boys –y los Beatles, antes que todos ellos–, la agrupación decidió incluir en su segundo disco una canción fantasma. El tema en cuestión se llama “Walls Get Smaller” (“Las paredes se achican”), y comienza varios minutos después del final del último tema anunciado en el CD.
Nada del otro mundo: cada vez más grabaciones presentan esta característica, en una suerte de intento por llevar al disco la práctica de los bises propios de recitales y conciertos. Sin embargo, la comparación con otros discos que incluyen temas ocultos sugiere que, con el gesto aparentemente inocente de esconder una canción, se plantean también nuevas formas de entender la relación entre el artista, su obra y el oyente. A diferencia de los bonus tracks, que suelen anunciarse con bombos y platillos, las canciones ocultas –a veces ni siquiera son canciones sino chistes, conversaciones telefónicas, ruidos o puteadas– nunca son anunciadas en la caja del disco. No se trata sólo de descubrir el estudio de grabación como un ámbito de experimentación para crear canciones que no pueden repetirse en un recital (otra enorme contribución de los Beatles) sino también de empezar a considerar al disco como un objeto muy particular, que se gobierna con sus propias leyes. Por eso el gesto de Sgt. Pepper’s fue tan radical: con ese loop final consigue que, idealmente, el disco siga hasta el infinito. De hecho, en la versión en vinilo, es necesario detener la púa que, de lo contrario, continuaría una y otra vez reproduciendo esos fragmentos de conversaciones, un efecto -por ahora– imposible de reproducir en un CD.
Si bien el disco compacto no puede reproducir este movimiento perpetuo, gana, con relación al vinilo, nuevos espacios para esconder los temas. Y la modalidad elegida por The Music en su último disco parece ser la más difundida a la hora de esconder canciones, y acaso el ejemplo más conocido sea la épica “Endless, Nameless” de Nirvana, incluida en Nevermind. Pero en la lista también aparecen –por nombrar sólo algunos– Beck, Gustavo Cerati, The Coral, Counting Crows, Dido, The Doors, Extreme, Fun Lovin’ Criminals, Green Day, Incubus, Jon Spencer Blues Explosion, Beyonce Knowles, Kula Shaker, Dave Matthews, Metallica, Mr. Bungle, N.E.R.D., No Doubt, Oasis, Pearl Jam, Pink Floyd, Placebo, Iggy Pop, Radiohead, Scorpions, The Smashing Pumpkins, Patti Smith, Sonic Youth, Spacehog, Stone Temple Pilots, Urge Overkill, The Verve, The Wallflowers, White Zombie y Robbie Williams. Dicho de otro modo, es casi imposible no tener una canción escondida en la discoteca.

¡EXTRA, EXTRA!
Si es cierto que esconder un tema es siempre un juego, es claro que algunos juegos son más simples que otros. Hasta ahora, la forma más sencilla de esconder una canción es agregar una pista extra para el tema en cuestión. En rigor, no se está escondiendo nada, porque el visor del equipo revela enseguida el truco. De todas maneras, un visor que marca más pistas de las que anuncia la tapa del disco no necesariamente implica la presencia de más canciones. Marilyn Manson incluyó una pista bautizada “Revelation 99”, precisamente en el track #99 de Antichrist Superstar. La pista no es exactamente una canción sino que incluye algunas frases del Reverendo superpuestas y pasadas al revés. Los tracks #17 a #98 están en blanco, lo cual genera inconvenientes a los que suelen poner varios discos en el equipo con la opción shuffle (de “selección al azar de pistas”), puesto que las probabilidades de que el lector se detenga en una pista en blanco son bastante elevadas. Algo similar hicieron Nine Inch Nails en Broken y Blur en Modern Life is Rubbish.
Sin embargo, la banda que ofrece mayor variedad a la hora de analizar el fenómeno de las canciones ocultas es REM. Sus gestos más livianoscomprenden la inclusión de breves pasajes instrumentales entre algunas canciones de sus discos Reckoning y Monster, además de la inclusión de un tema sin título que es de lo mejor de Green. Los gestos más drásticos son dos, y conviene analizarlos en detalle. El primero es la totalidad de su cuarto disco de estudio, Life’s Rich Pageant (1986). Contiene doce temas, pero en la caja sólo se anuncian diez, y ni siquiera en el orden correcto. Se omiten el tema #6 (“Underneath the Bunker”) y el #12 (“Superman”), y al lado del título de los restantes se agregan un par de palabras que forman parte de la letra de la canción. La única forma de identificar los temas es escuchar con atención las canciones para advertir el momento en que se cantan esas palabras. El otro ejemplo tiene que ver con el disco de rarezas y lados B que acompañan al Best of... El guitarrista Peter Buck cuenta que, como esos temas le gustan mucho, y los considera mejores que algunos que finalmente se incluyeron en Out of Time, les pide a sus fans que elijan las canciones que menos les gustan del disco original y que propongan una nueva lista de temas que incluya a los dos que habían quedado afuera, para tener en cuenta esos datos a la hora de encarar una reedición. Esto quiere decir que, mientras REM participa en la gira anti-Bush Vote for change, los fans votan en su sitio de Internet por un cambio en los temas que debería incluir una nueva edición de uno de los discos más famosos de la banda.
En ambos casos se está apelando a un mayor nivel de participación del oyente, algo similar a lo que propuso Garbage al incluir un programa para remixar sus canciones en el disco Beautiful Garbage. Levantando la púa para marcar el final (como en el vinilo de Sgt. Pepper’s), rebobinando el comienzo para ir más allá y dar el verdadero puntapié inicial (en los discos con temas escondidos antes del track #1), pegando el oído al parlante para reconocer el orden de los temas o directamente eligiendo el nuevo orden de las canciones para una nueva edición del disco (como propone REM), se busca involucrar al oyente en una forma más comprometida. De esta manera, la idea de que programas como Napster, que permiten bajar música de Internet, podrían acabar por matar al disco merece ser repensada.

MEJOR QUE LO REAL
Con Internet como nueva herramienta de circulación, era cuestión de tiempo para que los discos, como Jeff Goldblum en La mosca, se desmaterializaran y se teletransportaran en formato MP3 –y que, en el trayecto, por ejemplo, los genes de Pink Floyd y los de Bob Marley pudieran cruzarse inesperadamente y se materializara The Dub Side of the Moon. Y es que cuando el circuito “oficial” se vuelve monótono, opresivo y previsible, más se desarrolla un tipo de piratería en el que resuena ese “aún mejor que lo real” que U2 cantaba en 1991. Lo que ocurre es que ese camino hacia la desmaterialización de los límites del disco ya se había empezado a recorrer en el propio interior del disco. Ultima regla de las “canciones fantasma”: esconder una canción es también un gesto de inconformismo. En todo caso, no parece probable que, como el canguro de los dibujos animados, el disco termine desapareciendo en su propia bolsa. A fin de cuentas, permanece el fantasma en la máquina, aunque la Música vea cómo se achican las paredes.


¿Dónde están, hermano?
La práctica de esconder temas en los discos ofrece también una enorme posibilidad para poner a prueba la creatividad de muchas bandas, y el fenómeno no es exclusivo de la música (piénsese en las recetas de cocina que aparecen en los créditos finales de las películas de Abraham/Zucker, o en la tendencia a incorporar los créditos iniciales de los estudios cinematográficos a la película, por ejemplo en Mars Attacks o Waterworld, por no hablar de las películas que reservan una vuelta de tuerca después de los créditos). En el caso de los discos, las maneras de sorprender al oyente pueden tomar diversas formas, algunas de las cuales merecen una mención especial:

• Entre los tracks #21 y #49 de The Mark, Tom, & Travis Show, los Blink 182 incluyeron “Words of Wisdom”, una colección de chistes acerca de los temas más variados. En Take off your Pants and Jacket optaron por algo más extravagante: editar tres versiones del disco (una roja, una amarilla y una verde, de acuerdo con los circulitos de colores de la tapa y los iconos que los acompañan), cada una de las cuales incluye dos temas sorpresa.

• La versión de “Can’t Take my Eyes off you” de Lauryn Hill, del álbum The Miseducation of Lauryn Hill, fue incluido por presión de la compañía, que pretendía lanzar ese tema como single. La cantante no quería incluirlo, y finalmente se decidió agregarlo como bonus. El tema fue el más difundido del disco. Algo similar ocurrió con “Philosophy of Loss” del disco Come on Now Social de las Indigo Girls: el tema más famoso resultó ser un “fantasma”.

• Kula Shaker incluyó, al final de la última canción de Peasants, Pigs and Astronauts, un track con cinco segundos de silencio. Entre esa pista y la anterior, sin embargo, hay un mantra escondido.

• La edición europea de In Utero de
Nirvana incluye “Gallons of Rubbing Alcohol Flow Through the Strip”, promocionada en los Estados Unidos como “Bonus track exclusivo”, autoparodiando la comentada “Endless, Nameless” de Nevermind. La canción comienza veinte minutos después del final de “All Apologies”.

• Off the Deep End de Weird Al Yankovic incluye gritos desaforados (“Bite me!”) en homenaje a Nevermind de Nirvana.

• Al final de Made in Heaven, álbum póstumo de Queen, hay una pista con veinte minutos de sonidos que un fan definió como “el ascenso al cielo del alma de Freddie Mercury”.

• Paul McCartney incluyó una ayudita para descubrir su canción oculta en el disco Off the Ground. En la lista de temas, a continuación del nombre de la última canción, “C’mon People”, puede leerse “And Don’t Forget to Be Cosmically Conscious!”. Efectivamente, al final de “C’mon People”, si uno no pulsa Stop, puede escucharse el tema “Cosmically Conscious”.

• Guns ‘N’ Roses incluyó al final de The Spaghetti Incident un cover del asesino múltiple Charles Manson.

• Alanis Morrisette incluye como “extra track” de su disco debut Jagged Little Pill otra mezcla de “You Oughta Know”. Unos minutos después de finalizada, se escucha un hermoso tema a capella llamado “Your House”. Jewel también incluyó un tema al final de su disco Spirit: una canción de cuna que le cantaba su madre... cantada por su madre.

• Los Ramones escondieron su versión del tema de El hombre araña al final de Adiós amigos. Su tema mejor escondido es, sin embargo, “Carbona, notGlue” en Loco Live. El tema suena después de la última canción, pero mientras el reloj del equipo marca la cuenta regresiva para el track siguiente, de modo que una programación al azar de pistas siempre lo va a pasar por alto. Aparentemente, la compañía no aprobaba la mención de su marca en un tema de la banda.

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