Domingo, 6 de abril de 2008 | Hoy
INTERNET > HACE UN TIEMPO, EL MUNDO CONOCIó LOS SITIOS DE ANORéXICAS Y BULíMICAS QUE SE DABAN CONSEJOS PARA PERDER PESO O EVITAR COMER. AHORA, EL AUGE ES DE LOS SITIOS DE CHICAS EN RECUPERACIóN QUE TAMBIéN SE ACONSEJAN, PERO PARA CURARSE.
Por Natali Schejtman
Hace un tiempo, sobresaltó en Internet el fenómeno de las “anas” y las “mías” y fue una especie de desayuno masivo sobre el hecho de que las adolescentes que padecían trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia se habían convertido en una tribu urbana virtual, resultado de la cruza entre distintas características generacionales: la obsesión por adelgazar y la necesidad imperiosa de contarlo en primera persona, con lujo de detalles y la ayuda de blogs y fotologs. Las anas (por anorexia) y las mías (por bulimia) se inventaron un mundo de estética y ética propias, en las que ellas son y quieren ser “princesitas” tan hermosas y etéreas que apenas se sientan como un soplido sobre la balanza.
En estos sitios, que tuvieron uno de sus momentos públicos cuando Cielo Latini publicó aquel libro confesional sobre su anorexia (Abzurdah), las amigas de Ana y las amigas de Mía se cuentan relatos de cómo sobrellevan sus vidas tristes, de los sacrificios que llevan a cabo y los comentarios que reciben sobre su delgadez. Además, hay mandatos ineludibles (“Nunca se está lo suficientemente delgada” o “estar delgada y no comer demuestran la auténtica fuerza de voluntad y el nivel de éxito”), fotos inspiradoras (chicas esqueléticas) y una enorme cantidad de consejos para llevar una vida de cero calorías: “si te dan ganas de comer, pésate y piensa en lo que engordas si comes”, “bebe agua fría o mastica hielo: sacia el hambre y quema calorías a la vez”, e incluso “no tragues la eyaculación, tiene 15 calorías, y todo suma”.
Sin embargo, mientras que los censores de la net van bajando los espacios que resultan excesivos, también se vislumbran los casos de aquellas chicas que abandonaron el hábito y, tocadas por un tono de rehabilitación, empujan a la anoréxica militante. En uno de los casos, “Otra princesa triste” avisa que es un blog Ex-Pro-Ana: “Ya no promuevo la anorexia como forma de vida” y exige que si no sos Ana o Mia, te alejes inmediatamente de su página, ya que es un lugar de apoyo. Siguiendo el estilo de www.anay mia.com, que recrea el imaginario de estas chicas y sus páginas para meter contenidos aleccionadores y saludables (se abre, sin ir más lejos, con un caballito que se hamaca sobre fondo negro y la inscripción “Nadie dijo nunca que fuera fácil legar a ser una princesa”), otros suenan más enérgicos con respecto al futuro, incluso con un tono que hace sospechar de los verdaderos autores. Un ejemplo es el de Ana y Mía de Perú, que postean noticias entusiastas de chicas recuperadas (una ex anoréxica, con su foto a puro hueso correspondiente, que ahora es madre, tratamiento mediante) y cuentan anécdotas extrañas como ésta: “Días atrás tuve una experiencia poco usual, ya que a la hora de regresar del colegio siempre regresaba con mis amigas, pero en esta oportunidad preferí estar sola, y me distancié sin que se dieran cuenta, y me fui a un parque, porque simplemente quería estar sola... dejar mi mundillo y sumergirme en la cruda realidad. De momento se me acercó un hombre a quien nunca había visto en mi vida, tenía una semblanza angelical (...). Me sentía un poco incómoda por estar junto a un desconocido, hasta que rompió el silencio y me dijo estas palabras: ‘No es sencillo sonreír cuando las cosas en tu hogar sólo hay discusión. Tal vez por eso te hayas refugiado en el brazo de tus amigas, quienes más adelante te presentaron a Ana y Mía con quienes te hiciste muy amiga, al punto de no poder vivir un minuto sin ellas. Tal vez fue un ángel, no lo sé, lo que sí sé es que me cambió la vida, ahora no importa lo que digan los demás, simplemente desde hoy aprendí a decir que soy HERMOSA!”.
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