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Domingo, 7 de marzo de 2004

DISPARANDO AL SOLDADO RYAN

Oliver Stone contra Washington, Miami, Hollywood y El Señor de los Anillos.

POR STEPHEN DALTON

A partir de treinta horas de entrevista realizadas en La Habana en el 2002, Comandante es el retrato del último icono revolucionario comunista vivo en el mundo. Al principio, el proyecto fue concebido como entrevista de una hora para la televisión española, pero creció en tamaño e importancia cuando Stone se puso al frente de él.
Fidel Castro y Oliver Stone se conocieron a fines de los años ochenta cuando Salvador se estrenó en el Festival de Cine de La Habana. Pero hizo falta una carta de cuatro páginas y una cena de seis horas para persuadir a Castro de que diera su tiempo y consentimiento para la realización de Comandante. Ayudó que Castro conocía el trabajo de Stone. “Es un fan de Pelotón y Salvador; la primera le gusta porque él peleó una guerra de guerrillas y apreció la táctica; Salvador, porque le gustaron los sentimientos del film. No sé si le gustó Asesinos por naturaleza. No hablamos de eso.”
Para muchos, Comandante es la película más antinorteamericana del director. Stone expuso la política exterior de Estados Unidos en Salvador y Pelotón, y también el lado oscuro de la elite de poder de su país en JFK y Nixon, pero esos films podían ser desestimados como especulación semificcional. No ocurre lo mismo con Comandante, que humaniza al adversario más antiguo de Estados Unidos en un momento de intensa sensibilidad global al sentimiento antinorteamericano.
Tormentas de críticas son inevitables frente a Comandante. Aunque Stone desliza algún puñetazo a Castro sobre los derechos humanos y las elecciones libres, el director ya ha sido marcado por ciertos medios norteamericanos que lo acusan de componer una desvergonzada carta de amor para un dictador brutal. “El núcleo duro de los exiliados cubanos en Miami controla vastos campos políticos, pero en el fondo son unos don nadie”, dice Stone. Sin embargo, el intercambio de trompadas entre EE.UU. y su más notorio disidente cinematográfico se puso fea. Y ahora se han sacado los guantes.

Primer round: Stone vs.
los críticos de Castro
“Fidel cree en lo que cree. Si te dice que no hay tortura en Cuba, hay que probar que miente. Es fácil decir que estoy haciendo preguntas suaves, pero no lo son, algunas son preguntas difíciles. Francamente, como cineasta, si él hubiera actuado como un mal tipo, yo lo hubiera puesto en la película. Me hubiera puesto belicoso, y habría hecho un film más tenso. Pero, personalmente, nunca creí que me estuviera mintiendo. Creo que es un hombre moral.
Hablamos sobre todo. Fueron tres días y tres noches. Me encantó cuando habló sobre sexo y sobre las mujeres. Fue tan anticuado, tan caballero. Tiene una fuerza estilo Emiliano Zapata. Nunca dejó de creer en la capacidad de la gente para cambiar las cosas. Es un hombre atento, y comprendió la naturaleza del poder norteamericano mucho antes que la mayoría de la gente.
Siempre admiré a la gente que tiene liderazgo. La voluntad indomable de un hombre de 75 años fue una lección para mí. Admiro su tenacidad, su voluntad de poder. Fue un joven que tuvo la oportunidad en su vida de seguir las reglas y ser un buen estudiante de Derecho y trabajar para el sistema. Le iba a ir bien. Pero peleó por lo que creía y arriesgó todo, incluso su vida. Si algo ocurrió, es que mi opinión sobre él se profundizó. Antes no me había dado cuenta de lo moral que es. Supongo que porque yo soy un inmoral.”

Segundo round: Stone vs. la democracia
“Los norteamericanos hacen las preguntas equivocadas. Castro, ¿cuándo va a llamar a elecciones? Pero, ¿qué significa una elección para un chico de Honduras? Castro tiene elecciones, de hecho. Las elecciones significan tanto como las elecciones en Honduras. Es desagradable, es retórico. Las preguntas siempre son qué pasa con la libertad, qué pasa con la democraciay con las elecciones. ¿A quién le importan las elecciones si no podés sobrevivir después de los dos años de edad? Vi muchas cosas en los países de América del Sur y América Central. Estuve en la Argentina por Evita y Scarface. Vi muchos regímenes y para Salvador estuve en Honduras. Por Dios, elijo mil veces ser cubano antes que hondureño. Honduras es un infierno donde los chicos se mueren antes de los dos años porque el agua está contaminada. Es horrible, como ciertas partes de México. No hay comparación con Cuba.
Sí, Cuba tiene una economía complicada y muchos problemas, pero EE.UU. ha contribuido significativamente a esos problemas. Si deja entrar otra vez a EE.UU., ahí Castro tendrá un problema grande. Si deja que vuelvan McDonald’s y los bancos, ¿qué pasará con la Revolución? Sería tan malo como permitir que la CIA controle las elecciones.”

Tercer round: Stone vs. los medios
“¿Seré crucificado en EE.UU. por Comandante? Espero que no. Espero que mi país no sea tan monolítico. Ciertamente, hay una parte de la prensa que lo llama un film de propaganda. Pero los verdaderos estudiosos que vieron la película dicen que hay cosas que nunca habían visto ni oído antes. Es impresionante cuán grande es la distorsión que ejecutan los medios norteamericanos sobre la figura de Castro; es suficiente para volver loco a cualquier director. Lo tratan como si fuera un pedófilo o algo así.
Creo que Michael Moore hizo la mejor película de los últimos años, Bowling for Columbine. Describe perfectamente el ambiente norteamericano, preparado para crear miedo. Eso es lo que hacen los medios y los anunciantes. Los medios mandan. Como dije en Asesinos por naturaleza, el hombre de los medios es el hombre que crea el clima. Nadie piensa, todos hacen las mismas preguntas. Es una enfermedad moderna. Asesinos... es mi película sobre eso, pero hay que encontrar una manera de vivir fuera de esa locura. La televisión es un gran mal. La gente la enciende inocentemente, pero no es un medio inocente. Da opiniones masticadas con demasiada facilidad, y no permite el pensamiento crítico sobre ellas. No nos dan suficientes datos.”
Cuarto round: Stone vs.
el Nuevo Orden Mundial
“Estoy seguro de que Fidel tienen muchas opiniones sobre Saddam y el nuevo Eje del Mal, porque él fue ese enemigo durante mucho tiempo. Sabe tanto, pero la prensa lo ignora. Quizás podría ofrecer mucha sabiduría en este momento, pero en cambio se lo saca de escena, se lo propagandiza y caricaturiza. La gente olvida lo que ha conseguido.
La guerra en Irak es un muy mal paso para Estados Unidos. Yo fui parte de la guerra de Vietnam, recuerdo cómo se fue construyendo el clima previo muy claramente. Entre los años ‘61 y ‘65, la cantidad de tapas de revistas dedicadas a la amenaza vietnamita fue enorme. Así que en 1990 Hussein fue convertido en un monstruo, como lo fue Khomeini en los últimos setenta. ¡Están locos! Repiten exactamente lo mismo, el Congreso actúa exactamente igual que entonces. Lo mismo, hasta en cuanto a las tapas de las revistas. ¿Si soy patriota? Absolutamente. Serví a mi país en Vietnam. Amé a Estados Unidos, pero no sé si sigo amando a mi país después de todo esto. Quiero decir, el argumento es el siguiente: elegimos a este tipo, él jugó sucio en su camino hacia la elección, pero todos esos estados que lo votaron lo apoyaban, lo querían, y se lo merecen. Va a haber más miedo, más terror, más déficit, más mierda, más enemigos alrededor del mundo. Si eso es lo que mi pueblo quiere, creo que tengo que reconsiderar si Estados Unidos es el lugar donde deseo vivir.”

Quinto round: Stone vs. Hollywood
“Hacer un documental así fue una verdadera aventura. Estaba cansado de las películas, la artificialidad y los altos costos. Quería volver a las cosas reales. Pueden decir que es un pseudo documental, como lo fue JFK,no lo sé. Pero es real, nada estuvo preparado, fue un ensayo fotográfico de una hora para España que creció hasta convertirse en un film. Pero parece que, no importa lo que haga, crea controversia. Me criticaron por hacer U-Turn. Me criticaron por Un domingo cualquiera... ¿Algo puede ser más norteamericano que una película sobre football? Pero sigo teniendo problemas porque revelé la oscuridad de ese mundo. Odio la controversia. Quiero hacer buenas películas, de verdad. Y no hace falta controversia para hacer una buena película. El contenido político es otra cosa, es un género, y cuando se hace bien, bravo. Estoy particularmente orgulloso de JFK y Nixon, pero eso no es todo lo que hago. Todas las películas son políticas en algún sentido. Cuando hacés una comedia tonta o un drama, cuando reforzás alguna impresión pro-norteamericana, estás faltando a tus deberes como artista y para con el público.
Mi influencia es mínima. Hollywood está en un camino radicalmente opuesto. Tomaron Pelotón y lo convirtieron en Salvando al soldado Ryan, tomaron las mismas ideas sobre la guerra y dieron vuelta el mensaje. El cine de Hollywood se vuelve cada vez más grande, como un jumbo, es demasiado malo. El Señor de los Anillos es demasiado, ese despliegue de horrorosos trucos de computadora. Es todo show. Es desagradable. La mayoría de los films son malos porque se hacen demasiados. Son sólo productos.”

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  • Oliver Stone contra Washington, Miami, Hollywood y El Señor de los Anillos.
 
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