No puedo llegar a la emoción de todos los personajes que me gustarían. Hamlet, por ejemplo, o ciertos personajes de Discépolo. Hice a muchos próceres como Castelli, Quiroga, San Martín y me gustaría mucho hacer el drama de Lavalle. Me gustaría saber qué le pasa en la cabeza. La curiosidad del actor es saber qué proceso de pensamiento puede tener un hombre así. Facundo Quiroga, por ejemplo, que es la gran contradicción. El decía: “Yo soy unitario, pero defiendo la causa federal porque el pueblo quiere la causa federal”. Peleaba desnudo en la batalla y se vestía con trajes de las mejores sastrerías parisinas. Estaba sometido por la artritis y peleaba hasta la muerte en una carreta. Para mí Quiroga es la gran contradicción encarnada en un hombre que tiene el país. Buenos Aires tiene todas las calles unitarias, nunca tomás un auto y decís: “Dejame en Chacho Peñaloza y Quiroga”.

Pero de todos los proyectos incompletos, hay uno con el que convivo: hace diez años que con Augusto Fernandes venimos filmando una película pero no la podemos terminar. Ya se murieron tres de los actores.

* actor