Primero impugnó las designaciones del actual gobierno para cubrir las vacantes en la Corte Suprema. Después, anunció que no iba a construir el nuevo Hospital Provincial de Rosario en el ex Batallón 121 como lo había planeado la administración de Jorge Obeid. Ahora, el gobernador electo Hermes Binner se apresta a tomar otra decisión que calentará la transición santafesina: revisará y hasta podría llegar a dejar sin efecto la licitación lanzada por el Ministerio de Asuntos Hídricos para la realización de los grandes acueductos. Se trata de la obra pública más importante de los últimos años, por sus dimensiones y el monto, más de $750 millones. "Vamos a repensarlo íntegramente", anticipó a Rosario/12 Antonio Ciancio, referente del Frente Progresista en materia de infraestructura para después enumerar algunas de las objeciones: "El material sugerido no parece el apropiado, los precios oficiales no están hechos en base a cálculos serios y el estudio central es superficial". Fuentes cercanas al socialismo confiaron además que los acotados plazos del proceso -30 días para comprar un pliego de 300 mil pesos- hacen dudar sobre el supuesto armado de "un traje a medida".

Según informa el gobierno provincial en el resumen técnico de la obra, al que se puede acceder en la página web oficial, mediante el Sistema de Grandes Acueductos se pretende abastecer de agua potable inicialmente a 974 mil habitantes "con una proyección al año 2033 que prevé satisfacer la demanda de 1.700.000 habitantes de la provincia".

El sistema en cuestión "se compone de tres acueductos (Centro, Norte y Sur) que toman agua del Hidrosistema del río Paraná, el cual constituye una fuente segura de agua cruda que es transportada en bloque hasta las localidades involucradas". De acuerdo a las bases y condiciones, el adjudicatario tendrá tres años para hacer "dos obras de toma, dos plantas de tratamiento, cuatro estaciones de bombeo, 265 kilómetros de conducciones, 17 cisternas y obras complementarias"

Como parte del proceso general, el 17 de agosto pasado en Rosario, el ministro de Asuntos Hídricos, Alberto Joaquín y el titular de Aguas Santafesinas, Juan Carlos Venecia anunciaron la construcción del acueducto sur, una obra que demandará una inversión de unos 420 millones de pesos, y que garantizará la provisión de agua potable desde Timbúes hasta Villa Gobernador Gálvez, beneficiando a más de 600.000 habitantes.

Ese día Joaquín confirmó el plazo estipulado para la apertura de sobres: el jueves 20 de septiembre a las 10 en la Casa Gris. "Es un plazo por demás de exiguo, por lo general en licitaciones hasta menores se dan 90 días para comprar el pliego", razonó Ciancio para después confirmar que "este tema nos preocupa mucho y será una de las cuestiones clave a discutir en el marco de la transición hasta el 10 de diciembre".

El ex subsecretario de Planeamiento municipal durante la última etapa de Binner al frente de la municipalidad abundó sobre las objeciones: "Dudamos del nivel de estudio que tiene el proyecto, basado en dos ejes troncales que no resuelven las dificultades hídricas de todas las localidades. Es bastante superficial, primario. El material elegido no parece el conveniente (PRFV, plástico reforzado con fibra de vidrio), ya que se consigue fundamentalmente importado. Nosotros somos partidarios de hacerlo con material nacional como cemento centrifugado. Los precios oficiales no están basados en cálculos serios. Debe hacerse con la participación de técnicos y de manera transparente. Hay muchas variables a tener en cuenta, que de no contemplarse, se corre el riesgo de tener luego un precio final mucho más abultado. Además, hay que analizar las características del suelo porque los caños van enterrados".

Según Antonio Ciancio, "ante la certeza de que un gobierno de otro signo político asumirá dentro de tres meses, nos parece conveniente no dejarle las manos atadas a la próxima administración. Vamos a repensarlo íntegramente, es la obra pública más importante de los últimos años.

Días atrás Hugo Orsollini, referente de Binner en obras públicas, declaró al diario La Opinión de Rafaela que "así como no está contemplado el consumo industrial, tampoco se pensó la vinculación entre los acueductos. Siempre cuando uno construye sistema de acueductos adyacentes, una de las pautas básicas tiene que ser la vinculación para salvar situaciones de emergencias. Cuando un acueducto sale de servicio, se produce una situación de emergencia y hay que estar preparado para aportarle agua".