La Cámara de Diputados finalizó a la medianoche su período de sesiones ordinarias con un maratón de proyectos. Un final de temporada con un récord difícil de igualar. Sancionó por unanimidad y por tercera vez en los últimos tres años, la ley de libre acceso a la información pública que el gobernador Jorge Obeid incluirá hoy en la agenda de sesiones extraordinarias. La iniciativa pasará al Senado, que también ya la votó dos veces, pero con una mordaza que los diputados del oficialismo y la oposición rechazan: exigirle a los ciudadanos que pretendan conocer los asuntos públicos que antes acrediten un "interés legítimo". El entredicho de ambas Cámaras disparó un ping pong interminable. Diputados votó la ley en 2002 y volvió a insistir en 2003, en ambos casos por unanimidad, pero el proyecto del demoprogresista Carlos Favario murió en un cajón del Senado. Obeid lo reflotó en un mensaje del Poder Ejecutivo en diciembre de 2003, que el Senado aprobó en agosto del año pasado -con la mordaza﷓ y Diputados sancionó ayer -sin la mordaza﷓ y el agregado de iniciativas de otros legisladores, entre ellos el justicialista Danilo Kilibarda, para evitar que pierda estado parlamentario. "Alguna vez nos tendríamos que poner de acuerdo con el Senado de la provincia para llegar a feliz término con este proyecto", se sinceró el presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, Mario Esquivel, quien fue el miembro informante por la mayoría las tres veces que la Cámara votó el libre acceso a la información pública.

Esquivel recordó que la controversia con el Senado comenzó hace tres años con el proyecto de Favario que Diputados sancionó por unanimidad el 19 de setiembre de 2002. "En la primera revisión, el Senado introdujo profundas y sustanciales modificaciones que lo apartaron de su espíritu original. Así que esta Cámara volvió a insistir por unanimidad con su media sanción", el 7 de agosto de 2003, dijo el legislador del PJ. A pesar de la voluntad de Diputados la iniciativa de Favario terminó en un cajón del Senado.

El 12 de diciembre de 2003, Obeid mandó reivindicó la propuesta de Favario en un mensaje del Poder Ejecutivo, aunque después se sumaron otros proyectos, entre ellos uno que el diputado Kilibarda presentó este año. El mensaje de Obeid fue sancionado por el Senado el 26 de agosto de 2004, perocon la mordaza del interés legítimo.

Anoche, Diputados volvió a votarlo, pero sin la mordaza. "Esta es la tercera oportunidad que sancionamos este proyecto. La tercera intervención en la ley de acceso a la información pública demuestra inequívocamente la voluntad política de la Cámara de tratar el tema. Acá no hubo postergación, prórroga, ninguna conducta insoslayable que nos llevara a demorar, se trabajó con seriedad y responsabilidad", afirmó Esquivel.

Más tarde, el diputado Riestra, del ARI, se permitió una ironía sobre la contra del proyecto en el Senado. "Un senador dijo que el interés legítimo es una necesidad porque de lo contrario se tergiversaría la división de poderes y podríamos ser juzgados y condenados por cualquiera. La democracia tiene sus límites, pero no cualquiera puede pedir la documentación de los actos de gobierno", dijo al citar una frase de Gramajo Benavides. "Esta es la mentalidad de algunos de nuestros colegas en el Senado. Este es el paternalismo, por llamarlo generosamente, para definir quiénes son los tienen derecho a enterarse y de qué. Esto está muy ligado al pasado caudillesco", se despachó Riestra.

El diputado radical Hugo Marcucci repasó también el ping pong entre las dos Cámaras y consideró "lamentable" la insistencia del Senado en exigir el "interés legítimo" a quienes pretenden acceder a información de los poderes del Estado. "Una clara restricción. Una mordaza a la democracia y a la transparencia", apuntó.

Sobre el final se presentó otro episodio confuso. Varios legisladores advirtieron que el mensaje del Poder Ejecutivo votado anoche perdía estado parlamentario y por lo tanto, en esa hipótesis, Obeid no podría insistir con el tema en extraordinarias. Pero otros interpretaron que la iniciativa de Diputados recopiló varios proyectos: el de Obeid y el de Kilibarda que se presentó este año y por lo tanto no caducó. Esa es la media sanción de Diputados y el criterio con que se sancionó.