El gobierno prepara un paquete de leyes -que es probable que el gobernador Hermes Binner anuncie en su mensaje a la Legislatura, el 1º de mayo próximo- para profundizar la reforma policial que se aprobó durante la gestión del ex gobernador Jorge Obeid, pero que nunca fue reglamentada, y sancionar una nueva Ley Orgánica de la Policía que no se toca desde la dictadura militar, hace más de 30 años. "Estamos trabajando en los proyectos, uno ya está casi listo, y la idea es enviarlos a las Cámaras este año, lo mßs pronto posible", dijo el ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, ante una consulta de Rosario/12. Cuenca anunció ayer el nuevo plan de gestión penitenciaria, y fiel al su estilo, no esquivó los temas polémicos, como la construcción de cárceles pequeñas de 300 a 350 plazas en localidades del interior, que muchas veces es resistida por la comunidad. "La radicación de una nueva cárcel no trae delitos, al contrario, muchas veces lleva progreso", dijo el ministro.

Cuenca ratificó la decisión del gobierno de profundizar la reforma policial y reemplazar la ley Orgánica de la Policía que se remonta al proceso militar. "Estamos trabajando en estos temas. Ya tengo un anteproyecto de reforma de la ley de Policía y otro de la Ley Orgánica. La idea es enviar todos los proyectos legislativos relacionados con la Policía este año, y lo más pronto posible, porque algunos están avanzados", dijo.

"La Ley Orgánica de la Policía es muy vieja y poco práctica. Lo que pasa es que estamos haciendo un debate previo con distintos actores. Mandamos los borradores, vienen las críticas y las incorporamos. Se los mandamos a otros, vienen críticas y las incorporamos. Entonces, es un proceso lento. Pero queremos una ley lo más consensuada posible por los actores involucrados.

-¿Las consultas se hacen con la propia policía? -le preguntaron.

-La propia policía y también legisladores, quienes les vamos anticipando los textos para que planteen sugerencias. Esta es una ley muy importante como para que no se conozca. Va a haber mucho debate previo de las leyes policiales. Vamos a tratar de tener el mayor consenso posible, no será el total, pero seguramente el mayor -explicó. -El gobernador Binner dijo que las cárceles tienen que estar cerca de las ciudades para que los detenidos tengan contactos con sus familias. ¿Cómo van a hacer? Porque en muchos pueblos la comunidad rechaza la radicación de cárceles.

-Es una decisión crítica. Tenemos que dialogar con los representantes de la comunidad donde se pueden hacer cárceles. Yo confío en un entendimiento. En esto hay mucho misterio y poco conocimiento sobre la construcción de una cárcel. Cuando se proyectó la cárcel federal en la provincia (que se iba a levantar en Coronda, pero nunca pasó de los papeles) fui consultado y concurrí a un montón de lugares, donde la idea era contraria a la radicación de una cárcel, pero luego de talleres de trabajo la cosa cambió. Hay una mistificación. La cárcel no trae delitos, al contrario puede llevar progreso: luz, agua, transporte, ampliar el comercio zonal, los familiares gastan en esa zona. O sea, para muchos lugares donde no hay industria propia yo diría que al contrario, tendrían que estar gestionando que sea ese lugar donde se construya una unidad pequeña como las pensamos hacer nosotros de no más de 300 a 350 plazas.

-Pero los pueblos quisieran tener otro tipo de fábricas y no una industria penitenciaria.

-Claro, la primera idea que tengan industrias genuinas. Pero no todos los lugares se encuentran en condiciones de tenerlas por distintas circunstancias, con lo cual esto que indirectamente mejoraría ese lugar, tendría que ser aceptado de esta manera. La radicación de una nueva cárcel no trae delitos, esto es un error -insistió Cuenca.