Además de los atributos deportivos cosechados desde su asunción como entrenador de Ñuls, ayer Ricardo Caruso Lombardi sumó un mérito que no pueden atribuirse ninguno de sus antecesores: Eduardo López asistió al estadio a presenciar la práctica, retirándose sin tomar contacto con jugadores ni cuerpo técnico. El mandamás rojinegro decidió hacer acto de presencia ante la escalada de polémicas públicas que tienen como protagonista al entrenador, siendo su cruce verbal con Andrés Scotti, hermano de Diego, el último episodio mediático.

Mientras los titulares ensayaban un poco de fútbol, imprevistamente en las plateas del Coloso asomó la figura del López, acompañado por Rubén Yacopino, por quien se presume debe tener a su cargo algún puesto de Comisión Directiva. El mandamás del parque Independencia llegó con el plantel entrenando y se retiró sin tomar contacto con técnico y jugadores, conducta que jamás se produjo a lo largo de sus 14 años de gestión.

La aparición pública de López debe interpretarse como un claro mensaje al entrenador, que desde que llegó al club se peleó con todo aquel que lo nombró, ganando minutos en los canales deportivos de cable de Buenos Aires. El último affaire de Lombardi se produjo con el hermano de Diego Scotti, Andrés, quien el viernes estuvo en el Coloso con la camiseta de Argentinos. El presidente leproso está saturado de los shows mediáticos del técnico, y le hizo saber su fastidio imponiendo su presencia en la práctica de fútbol.

Bajo la mirada de López, los titulares realizaron una práctica de fútbol donde vencieron 4 a 1 a los suplentes con goles de Santiago Salcedo (2), Alejandro Da Silva e Ignacio Fideleff, elegido para reemplazar al lesionado Nicolás Spolli. Así, el titular paró con Villar; Ré, Schiavi, Fideleff, Quiroga; Cabrera, Scotti, Zapata, Vangioni; Salcedo, Da Silva.