La Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, confirmó el procesamiento para dos de los tres policías involucrados en el homicidio de Gabriel Fernández, de 20 años, asesinado de dos balazos, en un suceso ocurrido en setiembre en el barrio Centenario de la capital provincial, informaron fuentes judiciales. El procesamiento por homicidio quedó firme para los agentes Marcos Exequiel Moro y Américo Albino Chamoulao, mientras que se dispuso el falta de mérito para Gustavo David Tanneur.

Los camaristas Pedro Sobrero, Agustín Bassó y Sebastián Creus revocaron en forma parcial la resolución del juez de Instrucción, Julio César Costa. Costa había dispuesto los procesamientos de los policías Moro, Tanneur y Chamoulao: el primero, como presunto responsable de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y a los restantes por el supuesto delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en grado de partícipes principales. El magistrado interpretó que Moro ultimó a Fernández, contando con la complicidad y el incentivo de sus compañeros.

La apelación surgió de la fiscalía, desde donde se consideró que los agentes habían actuado con alevosía.

Según se determinó en la investigación judicial, el día del crimen los policías recorrían el barrio Centenario, detrás del complejo Fonavi que se levanta junto a la cancha del Club Colón, en un móvil de la repartición, cuando se encontraron con un grupo de jóvenes que, según los imputados, se hallaban armados.

Cuando los muchachos advirtieron la presencia policial, dijeron los efectivos, comenzaron a correr en distintas direcciones. Las primeras versiones afirmaban que los policías llegaron cuando se estaba registrando un enfrentamiento armado entre bandas, pero no se pudo confirmar esto en el sumario policial.

El policía aseguró que los dos disparos que impactaron en Fernández (uno en la pierna y el segundo en la espalda, que le produjo la muerte) se produjeron durante la persecución. Pero el magistrado, en su resolución, expresa que los policías no han dicho la verdad.

"Si los disparos hubieran impactado en Fernández antes de que llegara al tapial -teniendo en cuenta que una bala rozó una vértebra y otra provocó fractura expuesta de tibia y peroné-, el joven no hubiese podido trepar", dijo el juez.

Resaltó que tampoco hubiera estado en condiciones de accionar el arma y llegó a la conclusión de que si Fernández pudo trepar el tapial, saltar y desplazarse varios metros, es evidente que las heridas se produjeron después del salto.

"De esta manera cobra veracidad el testimonio de una vecina, que afirmó haber visto al chico saltar el tapial, caer y levantarse", indicaron las fuentes judiciales. Justamente, esa vecina resultó fundamental porque le comentó al juez que vio a un policía que se acercó al muchacho malherido para preguntarle con evidente saña: "¿Te duele...?".

También habría logrado escuchar a uno de los uniformados (Chamoulao) alentando a Moro a que le disparara, diciéndole: "Ponelo, ponelo, dale, dale...", tras lo cual se produjeron varios disparos que presuntamente remataron a Fernández.

Finalmente, para la familia Fernández, nunca hubo dudas de lo ocurrido. Mario, hermano mayor de la víctima, dijo "a Gabriel lo mataron unos policías que empezaron a disparar a mansalva contra un grupo que estaba en la esquina tomando cerveza".