El conflicto en Paraná Metal podría tener una salida, tras la intervención del secretario de Comercio Interior de la Nación, Guillermo Moreno, quien contactó a un empresario de Villa Constitución para que inyecte dinero fresco a la empresa, que se encuentra en concurso de acreedores. El secretario general de la UOM de esa localidad, Alberto Piccinini, confirmó que esta alternativa "abrió la negociación", aunque advirtió que el inversionista planteó la necesidad de reducir los salarios de los trabajadores. "Hay muchas dificultades propias del sistema capitalista, que no piensa en las personas sino en las ganancias", sostuvo el gremialista.

Moreno logró que Carlos Leone, un empresario de la localidad del sur santafesino, se interese en Paraná Metal. Esta empresa entró en convocatoria de acreedores en diciembre pasado, con una secuela de 1.100 trabajadores al borde del despido. Es que la metalúrgica empleaba 800 operarios de planta permanente y 300 contratistas. Ahora, y tras un mes de infructuosas negociaciones del gobierno nacional para preservar las fuentes de trabajo, la aparición de Leone dio nuevo aire al diálogo con el sindicato y el gobierno para encontrar una forma en sacar adelante la industria.

Piccinini admitió que el empresario habría pedido reducción salarial para hacerse cargo de la firma. Sin embargo, señaló que el sindicato "no va a permitir" esa medida. Indicó que sólo 50 empleados tienen sueldos superiores a los 4.000 pesos, mientras el grueso de los trabajadores ronda los 2.000.

En la empresa de Villa Constitución la producción está parada desde diciembre, aunque se espera su reapertura el 15 de enero, cuando se levante la suspensión de las actividades sin goce de sueldo para los trabajadores.

De acuerdo a la información que se manejaba ayer, Moreno contactó a Leone para que invierta en la empresa en crisis. El dato fue ratificado por Piccinini: "Estamos conversando, ya tuvimos una reunión y ahora nos volveremos a reunir en Buenos Aires", informó y se mostró muy cauto sobre la solución satisfactoria del conflicto. "Hay muchas dificultades propias del sistema capitalista. Todo está bajo la condición de que los compañeros sufran un recorte en sus sueldos", agregó.

En este sentido, Piccinini advirtió: "Moreno está interviniendo, recibimos su colaboración, pero la intención es bajar los salarios de los trabajadores. Son conquistas de los trabajadores que apenas les alcanza para vivir".

El histórico gremialista sostuvo que el "salvataje" de la empresa tiene sus costos, difíciles de asimilar para los trabajadores. "Se está planteando una baja en los salarios de los trabajadores que no ganan de más, algunos pueden tener una vida normal pero hay otros que no ganan el sueldo adecuado y en la casa no pueden vivir dignamente. Estamos viendo llegar a un acuerdo, no queremos perder las fuentes de trabajo", subrayó.