A poco más de un mes de las elecciones legislativas, y con la campaña ya lanzada, los principales grupos políticos que compiten en Santa Fe, han intensificado sus trabajos alrededor de las encuestas para diseñar sus estrategias para el tramo final del proceso preelectoral. Rosario/12 tuvo acceso a las primeras mediciones que tienen "pie de imprenta" y que en el caso del socialismo reconocen como "propias". Las diferentes versiones del peronismo, en cambio reciben información de las mismas fuentes -que pidieron reserva- y de alguna consultora local. Como se verá más adelante los escenarios son diferentes según quien haya encargado el muestreo, y no sólo eso sino que son francamente contradictorios, lo cual no es una novedad -y menos en Santa Fe- pero sí un elemento que debería ser tenido en cuenta a la hora de sopesar las conclusiones.

Las encuestadoras históricas del Socialismo -Ventroni & De Jesús- han provocado un shock político al revelar que por primera vez desde que efectuan sus mediciones, Rubén Giustiniani supera en intención de voto a Carlos Alberto Reutemann. Si bien la diferencias es ínfima, 39,7 a 39,1, la tendencia se ha revertido en relación a sus anteriores trabajos y según puede deducirse de las "motivaciones del voto" el "apoyo a la gestión de Hermes Binner" es el rubro determinante. En la encuesta elaborada la semana pasada, la consultora del socialismo le asigna 7 puntos a Claudio Leoni, el candidato a senador de la lista de Agustín Rossi, y a partir de la suma de los tres aspirantes el margen de crecimiento de uno u otro es muy pequeño. Al día de hoy los indecisos no llegan al 10% pero es evidente que ante tan estrecha diferencia entre los dos preferidos, esos puntos serán decisivos.

En el rubro "diputados" la diferencia a favor de los candidatos del Frente Progresista es mayor, alrededor de 10 puntos (42 a 32 de la lista de Reutemann) y 11,5 para Agustín Rossi, lo cual proyectado al día del comicio le permitiría renovar sin inconvenientes su banca en el parlamento. Del cruce de datos de ambas categorías -senadores y diputados- y de la motivación del voto, se puede colegir que Rossi tiene más aceptación que la Presidenta Cristina de Kirchner, cuyo índice de aprobación es similar al porcentaje que se le asigna a la candidatura de Leoni (poco más de 7 puntos), casi 5 menos que los que la encuesta le asigana al "Chivo" para su reelección.

En las huestes peronistas, la mayor preocupación es la "polarización", sobre todo para Rossi que en la medida en que se instale ese escenario sus chances disminuyen. Sin embargo en el bunker del jefe de la bancada de diputados los números que le acercó Julio Aurelio hablan de una intención de voto superior al 13%. Lo cual no es considerado un mal comienzo (del mes de final de campaña) si se puede sortear el "mano a mano" que se plantea desde el socialismo, no ya Binner-Reutemann sino Binner-Giustiniani vs. Reutemann-Rossi. En ese sentido, la medición que hizo la misma consultora -que conocen en el reutemismo- le asigna a Reutemann 42 puntos contra 23 de Giustiniani, en la mayor diferencia que se conoce de todos los sondeos realizados. En el mismo sentido, la consultora Managment & Fit sostiene que la diferencia entre el exgobernador y el candidato socialista es de 12 puntos, y el encuestador vernáculo Robustelli la amplía a 15 en una encuesta fechada los primeros días de mayo.

Los más cercanos colaboradores de Reutemann -que se negaron a difundir sus números- sostienen sin embargo que el escenario descripto por las tres consultoras citadas resulta exagerado y prefieren ubicar la diferencia en una cifra cercana a los 10 puntos.

Como se ve los escenarios son diferentes según quien realice los sondeos de opinión. La "ficha técnica" de los trabajos no puede generar resultados tan contradictorios, ni siquiera el tamaño de la muestra. Técnicamente "el modo de encuestar" o el "muestreo seleccionado" es el que podría explicar las diferencias, que son más que eso y que hace que un encuestador se a o no confiable. En el caso de los grupos aludidos, todos tienen yerros que están dentro de los margenes de error "tolerados" que son mas amplios que el 3% +/﷓ y que la euforia de un triunfo disimula, no así la amargura e la derrota. Los antecedentes más cercanos le asignan a las consultora del socialismo una certeza que sus colegas no pueden exhibir, menos aún Julio Aurelio que el día del triunfo de Hermes Binner, cuando hacía dos horas que había cerrado el comicio le seguía insistiendo a Rafael Bielsa que su "boca de urna" le daba 3 puntos de ventaja. El paso de las horas demostró que el ex canciller había perdido por 10 puntos, una cifra aproximada a la pronosticada por "Ventroni & De Jesús".