El papa Benedicto XVI nombró al sacerdote santafesino Eduardo Martín, de 53 años, nuevo obispo de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, se informó ayer oficialmente.

El Pontífice aceptó también la renuncia de monseñor Ramón Staffolani, quien deja la diócesis al alcanzar el límite de 75 años que establece el Código de Derecho Canónico y tras casi 14 años de gobierno pastoral, en los que también cumplió un papel protagónico en la mesa del diálogo argentino que contuvo la crisis social luego de la renuncia anticipada del ex presidente Fernando de la Rúa.

La novedad, difundida por la agencia católica AICA, se da en medio de una polémica por las designaciones de nuevos obispos, ya que algunos de los promocionados, con un perfil supuestamente conservador, no figuraban en las ternas de candidatos que el Episcopado elevó a Roma.

Tal el caso de monseñor José Luis Mollaghan y Fabriciano Sigampa, cuyos nombramientos en las arquidiócesis de Rosario y Resistencia, no cayeron bien en sectores de la Iglesia, aunque el cardenal Jorge Bergoglio (Buenos Aires) negó esas diferencias. No es caso de monseñor Martín que contó con el aval de los obispos argentinos.

"Es una señal alentadora de la Santa Sede, después de unos tragos amargos", comentó a DyN un vocero eclesiástico. Monseñor Martín, actual vicario general de la diócesis santafesina de Venado Tuerto, será el quinto obispo de Río Cuarto. El nuevo prelado nació el 26 de diciembre de 1953 en la ciudad de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, y fue ordenado sacerdote el 26 de diciembre de 1980 en la catedral de Venado Tuerto, por

el entonces obispo Mario Picchi.

Fue párroco en San Cayetano, de Venado Tuerto, hasta 1990 cuando el entonces obispo diocesano, monseñor Paulino Reale, lo designó vicario general, cargo en el que fue confirmado por el actual obispo, monseñor Gustavo Arturo Help. Desde 1993 es también párroco de la catedral venadense de la Inmaculada Concepción.