[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Desde Santa Fe

A siete años de la peor pesadilla de su historia, Santa Fe comenzó la vigilia del 29 de abril. Como ocurre desde 2003, la carpa negra de la memoria y la dignidad se levantó frente a la Casa de Gobierno, pero esta vez entre los escombros de la plaza de Mayo, que hoy está alambrada y en plena remodelación por el Bicentenario. Los albañiles andan de aquí para allá y decenas de cruces que recuerdan a los muertos en la catástrofe del río Salado parecen amenazadas por las obras del intendente Mario Barletta, pero ya le dijeron que ni se les ocurra tocarlas. "Las cruces son un reclamo de justicia y allí quedarán hasta que se haga justicia", advirtió la Marcha de las Antorchas, otro grupo de víctimas de la gran inundación, en su mayoría mujeres, que ya lleva siete años de rondas semanales en demanda de cárcel para los inundadores, entre ellos el ex gobernador Carlos Reutemann.

La carpa negra se levantó este fin de semana, como símbolo del 29 de abril. Ya pasaron siete años desde que el río Salado dejó un tercio de la ciudad bajo agua y se cobró decenas de vidas durante y después de la catástrofe. La vigilia se extenderá hasta el jueves, cuando una convocatoria popular recordará a las víctimas y volverá a pedir justicia, como ha ocurrido en los últimos siete años.

Las obras en la plaza parecen amenazar a las cruces con los nombres de los muertos en 2003. Pero la Marcha de las Antorchas advirtió ayer al gobierno que ni se les ocurra tocarlas. Ya en la anterior gestión de Jorge Obeid hubo un intento fallido para sacarlas, pero fueron repuestas por las víctimas de la catástrofe. "A pesar de tanto silencio y de una causa inundación congelada, persistiremos en nuestra demanda de justicia, como lo hicimos a lo largo de estos siete años, durante cada martes y cada 29, en la plaza de Mayo", dijeron.

Ayer, la Marcha de las Antorchas presentó ante el fiscal de Estado, Jorge Barraguirre, un pedido de informes para saber qué ha hecho el gobierno ante los reclamos de las víctimas. "Hace un año, en la reunión el 7 de abril de 2009, le aclaramos que nuestro interés residía en que toda la ciudadanía debía tener acceso a una información que debía ser pública".

Desde la Marcha repudiaron la impunidad "que protege a los responsables de una inundación evitable. Impunidad que permite que los inundadores sigan vigente para accionar según sus conveniencias en el presente y mantener espacios en las próximas elecciones. Impunidad que permite Reutemann tener aspiraciones políticas en las próximas elecciones. Impunidad que hace posible que a otros políticos no les importe relacionarse con el culpable de tantas muertes y dolores a los ciudadanos santafesinos en el 2003", concluyó.