"Colaboración" y "veracidad" en las respuestas. Eso es lo que solicitó el gobernador Hermes Binner a la población, al brindar en Rosario detalles de cómo será el Censo Nacional de Población, Hogar y Vivienda 2010, en el territorio provincial. Ayer, comenzó la capacitación a los más de 20 mil censistas locales. En toda la provincia habrá 58 mil. Las encuestas, con más de 60 preguntas, durarán alrededor de 20 minutos y a los censados se les consultará sexo, edad, empleo, nacionalidad, vivienda y todo lo que hace a la realidad económico social de la población. Aunque aseguraron que no se pedirán el número de Documento Nacional de Identidad, las cifras de ingresos al hogar, ni el apellido de la familia. Binner ratificó la importancia del operativo, e indicó que se trata de "un hecho histórico", que "servirá para los próximos diez años de gestión".

En una conferencia conjunta con el director del Instituto Provincial de Estadísticas y Censo (IPEC), Jorge Moore, el gobernador consideró que la recolección de datos "confiables" es el objetivo "fundamental para la construcción de un país serio y responsable en lo que hace a sus bases estadísticas", algo que redundará en "una Argentina con mayor bienestar para todos", apuntó. En ese sentido, pidió a los ciudadanos la "máxima colaboración", ya que se hace "un día cada 10 años".

Moore graficó: "Este censo debe entenderse como una gran fotografía instantánea que se saca del país en un momento determinado. Todos los que están en el país, o aquellos argentinos que viven en una embajada o consulado también deben salir en la imagen". En ese sentido, el funcionario se refirió a los cuestionarios: "No se realizarán preguntas referidas a los ingresos y el procedimiento completo tendrá una duración aproximada de 20 minutos". Aunque sí quedarán registrados el nombre del jefe o jefa de familia que responda las preguntas. Los datos a recabar tienen que ver con sexo, edad, empleo, vivienda y demás temas que hacen a la realidad económico social.

"¿Quiénes pasaron la noche del martes al miércoles en la vivienda?", es la pregunta de partida que hará el censista y que deberá responderse de manera "obligatoria". Además, indagará sobre otras tres nuevas cuestiones que no se consultaron en censos anteriores, y que tienen que ver con pueblos originarios, afrodescendientes y si hay algún integrante del hogar con discapacidad. También se contabilizarán las familias homoparentales.

Una de las características más relevantes de la información que se recolectará, según destacó Moore, tiene que ver con datos referidos a "las viviendas, desde el tipo de paredes hasta cómo es el suministro de agua, luz y gas; y si hay un sistema cloacal o no. Por otro lado, se buscará saber los niveles de educación alcanzados por los miembros de ese hogar; si el censado trabaja o no; si le hacen descuentos jubilatorios, percibe jubilación, tiene cobertura médica o previsional". Moore remarcó que el censo "es el único instrumento de información que va a dar cuenta de los procesos migratorios en el país, entre provincias, y también a nivel intraprovincial. La única manera de hacer esto es a través de este poderoso instrumento y por eso es importante que las respuestas de los censados sean veraces", afirmó.

El funcionario a cargo del operativo en la provincia, indicó que en Santa Fe se requerirán unas 58 mil personas, en su mayoría docentes. La mayor parte de los censistas se concentrarán en los aglomerados de Rosario y Santa Fe. Además, según indicó Moore, al igual que en oportunidades anteriores, habrá un cuestionarios básico y otro ampliado. También habrá censistas dedicados exclusivamente al relevamiento en viviendas colectivas; o sea, lugares donde varias personas conviven bajo un régimen institucional: conventos, geriátricos, neuropsiquiátricos, cárceles, hoteles, hospitales y cuarteles. En este caso, se aplicará otro tipo de cuestionarios, denominado "formulario C".

Por su parte, David Muratore, investigador del Ipec Rosario, indicó a este diario que a los trabajadores del área "no se les reconoce su trabajo" y que "hay algunos precarizados". Si bien aseguraron que su idea no es boicotear el censo, sí plantearon la necesidad que "haya una estructura organizacional para los empleados". "Nosotros vamos a hacer el censo en estas condiciones, pero puede no salir bien", advirtió.