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Desde Santa Fe

Hermes Binner volvió a pasarle ayer a Rubén Giustiniani otro talonario de facturas políticas. Lo acusó por la tensión interna que vive el socialismo en la provincia ("No hay diálogo porque él no lo propone", dijo el gobernador). Se quejó porque nunca fue a visitarlo a la Casa Gris ("viene a Santa Fe a reunirse con otras fuerzas políticas"). Volvió a marcar las diferencias ("Giustiniani es otra cosa"). Y cuando le preguntaron si le daría algún consejo, le tiró la última chicana. "Sí, que no le haga daño al Partido Socialista porque con esto le está haciendo mucho daño", dijo Binner, sin más precisiones.

El gobernador volvió a confrontar con Giustiniani después de un acto oficial con tono de campaña, donde compartió las fotos con su elegido para sucederlo, el ministro Antonio Bonfatti y dos radicales que sumó a su espacio político: el precandidato a vicegobernador, Jorge Henn y el intendente de Santo Tomé, Fabián Palo Oliver, que va por la reelección.

Ayer el enojo de Binner contra el presidente del Partido Socialista comenzó a detonar con una pregunta. "¿Hay diálogo entre Giustiniani y usted?", quiso saber uno de los reporteros que cubrieron el acto en Santo Tomé.

No, no hay diálogo porque él no lo propone se molestó Binner. "Pero eso no nos preocupa. Lo que a nosotros nos preocupa es la relación con la gente porque nuestro compromiso no es con Giustiniani, nuestro compromiso es con la gente que nos votó.

¿Pero Giustiniani está en el Frente Progresista?

Bueno, pero es otra cosa. El viene a Santa Fe a reunirse con otras fuerzas políticas y desde el primer día y no sólo ahora que está en campaña. Nunca vino a visitarme en la Casa de Gobierno sorprendió Binner.

¿Tampoco como senador nacional?

Giustiniani representa los intereses territoriales en el Senado de la Nación, así que debiera tener un gran contacto con los intereses de la provincia.

¿Le daría algún consejo a Giustiniani?

Sí, que no le haga daño al Partido Socialista. Porque con esto le está haciendo mucho daño volvió a tirar el mandatario.

El gobernador se había mostrado optimista por el trajín electoral de Bonfatti, aunque sin perder la cautela. "¿Como le va en la campaña hasta el momento?", quiso saber otro colega.

Depende.

-¿Está confiado?

Yo no diría confiado. Nosotros estamos haciendo lo que corresponde, le decimos a la gente que revise nuestro programa que presentamos hace cuatro años y lo que estamos haciendo ahora. Esto nos da a una tranquilidad espiritual al saber que hacemos lo que hemos dicho. Por supuesto, que quedan muchas cosas por hacer, pero tenemos un equipo que viene trabajando desde el primer día, aquí no hay movimientos de ministros ni de secretarios, todos están involucrados en lo que hacen y en este diálogo que existe entre todos los integrantes del gobierno.

¿Cree que no corre peligro el triunfo en la interna por las heridas que pueden quedar en la campaña o por los resultados que se puedan reprochar unos a otros?

Esas son cuestiones de la campaña, que la gente puede dirimir en la realidad. Hay formas de hablar y formas de hacer que son diferentes. Uno puede valorar las palabras o valorar los hechos. Creemos que la gente a la hora de definir su voto lo va a hacer por aquellos que concretan lo que dicen concluyó Binner.

El día anterior, Giustiniani había hecho campaña en Santa Fe con su compañera de fórmula, Ana Copes, donde anunció un "compromiso para erradicar la violencia contra las mujeres" y sorprendió con una propuesta: integrar su futuro gabinete de gobierno con el 50 por ciento de mujeres y el 50 por ciento de hombres. "Queremos que la declamación de igualdad no se quede en los dichos, sino que se concrete en la práctica", explicó Copes, que fue propuesta como candidata a vicegobernadora por el Partido Demócrata Progresista.