Domingo, 16 de abril de 2006 | Hoy
La necesidad de que los géneros tengan representación real en
los órganos de decisión será un tema de discusión este año en
la Legislatura. Dos proyectos se encaminan en ese sentido.
Por Sonia Tessa
La representación igualitaria por género en los órganos de decisión del Estado y la sociedad civil estará este año en discusión en la Legislatura provincial. Por un lado, el diputado justicialista Danilo Kilibarda no se dejó vencer por la pérdida de estado parlamentario de su proyecto de representación por género y volvió a presentarlo este año. La iniciativa establece que tanto los órganos colegiados del Estado como de la sociedad civil reflejen la composición de los padrones electorales, de adherentes o afiliados en términos de género. Al mismo tiempo, el Partido Socialista también insistió en febrero la ley de paridad, que establece una representación del 50 por ciento para las mujeres no sólo en el poder Legislativo sino también en el Ejecutivo y el Judicial.
Kilibarda retomó su proyecto, en el que interesó en los últimos dos años a cada uno de los legisladores que formaban las comisiones de Derechos y Garantías y Asuntos Constitucionales. "Cuando se habla de manera individual, todos se manifiestan de acuerdo", aseguró el legislador a Rosario/12. La iniciativa establece que los candidatos y candidatas estén alternados en la boleta, para garantizar que entren equitativamente. "Porque no sirve que se respete la proporción, pero con todas las candidatas al final de la lista", indicó. Al mismo tiempo, plantea que cuando deba reemplazarse a algún representante, se lo haga por alguien del mismo género, aunque el que siga en la lista sea del otro.
Pero Kilibarda pretende algo más. "En las primeras sesiones de mayo voy a pedir que se giren copias a todos los partidos políticos y personas jurídicas de la provincia para que lo analicen y sienten posición", adelantó. La intención es poner en debate en la sociedad esta iniciativa que surgió cuando Kilibarda era presidente del Colegio de Abogados de Santa Fe. A un mes de terminar su mandato, un grupo de abogadas le manifestó la inquietud de la poca cantidad de representación femenina en los órganos directivos. Como los estatutos de los colegios profesionales en la provincia se rigen por un decreto provincial, no pudo modificarlo. "No tenía tiempo porque todo el proceso demoraba al menos seis o siete meses y el cambio de autoridades era inminente, en cambio, hice una recomendación a las diferentes listas para que respetaran la representación de mujeres", contó Kilibarda sobre el episodio que en el año 2003 le hizo advertir sobre la necesidad de un instrumento legal.
Desde la oposición, la diputada provincial socialista Lucrecia Aranda consideró "positivo que se insista en profundizar la cuota (más conocida como cupo femenino), y que se avance hacia un sistema de cuotas en otros órganos de representación de la sociedad. En especial, en los sindicatos y las asociaciones profesionales, que son las que tienen más impacto". Subrayó que la iniciativa de Kilibarda es "similar" a la presentada por el partido socialista. "La diferencia está en que nosotros planteamos la paridad como un concepto más allá del padrón electoral, que hace eje en la humanidad representada igualitariamente por mujeres y varones. Es verdad que se comete un gran perjuicio a la democracia cuando las mujeres que son la mayoría de la población están tan subrepresentadas en todos los lugares reales de decisión", manifestó Aranda, quien puso como ejemplos instituciones como la Sociedad Rural y la Bolsa de Comercio, donde la representación femenina es nula.
Por su parte, Kilibarda subrayó que la provincia de Córdoba tiene una ley similar a la que él plantea, aunque "un poco menos amplia". Asegura que esa diferencia se ve en las reuniones de la región centro. "Córdoba tiene mayor cantidad de representantes femeninas que Santa Fe o Entre Ríos", expresó.
La iniciativa del legislador justicialista parte "de aceptar que existe una diferencia". Consideró que equilibrar la representación es "lo más lógico, lo más justo, porque si la mujer ha demostrado interés en participar como afiliada o adherente en las distintas instituciones de la sociedad civil, debe tener la posibilidad de participar también en las decisiones". En cuanto a las críticas porque se trata de una imposición, puntualizó: "Acá no se impone, simplemente se plantea que debe tener representación en base a las afiliaciones o adherencias que hay". Y también refutó el argumento de que las mujeres deben acceder a los lugares de decisión en base a los méritos. "Si usted repasa cómo están compuestas las representaciones verá que muchos varones no se destacan por laboriosidad, esfuerzo o inteligencia", indicó. Para el legislador, "si la opción es que se imponga naturalmente, por su propio peso, a lo mejor pasan muchos años. Un esfuerzo legislativo es una brecha que se abre al momento de elegir, porque esta no es la asamblea ateniense, donde las elecciones eran espontáneas, las listas vienen impuestas desde las dirigencias. Esto es un camino que se abre para superar una situación, y con el tiempo quizás no sea más necesario".
En la misma línea, Aranda enfrentó las críticas a los planteos de paridad. "No comparto en lo más mínimo que no sea necesario porque hay muchas mujeres que llegan por sus propios méritos. Quien dice eso tiene una visión absolutamente individual y no estudió en profundidad la cuestión. Si bien el colectivo mujeres tiene dificultad para verse como discriminada, con cualquiera de ellas que se hable, en cualquier instancia, es común que ponga de manifiesto cuánto más difícil es para las mujeres llegar a un lugar de decisión", planteó la diputada socialista. "Cuando se habla de mecanismos de acción positiva como el sistema de cuotas, que siempre es transitorio, se está pensando en equilibrar una situación cultural incontrastable", subrayó.
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