La fábrica de jugos y gaseosas Naranpol cerró ayer su planta en la ciudad de Santa Fe, lo que fue interpretado por los trabajadores como el extremo de una negociación áspera que mañana continuará en el Ministerio de Trabajo. "Tantas veces anunciaron el cierre y siguieron, que ahora esto nos hace pensar que es una artimaña para mejorar su posición en la puja", descreyó Jorge Campos, secretario gremial de la Federación Argentina de Trabajadores de Aguas Gaseosas y Afines (Fataga), uno de los sindicatos involucrados en el conflicto.

Los trabajadores en riesgo -según la empresa- suman 800 entre la planta y sus distribuidoras en el país; aunque en octubre declaró ante la cartera laboral ocupar a 417 personas. "El resto está en negro o no los declararon", concluyó Campos.

Los trabajadores acusan a los dueños, Martín y María Galán, de mentir una situación de crisis para no pagar los haberes estipulados por convenio. "Dicen que no pueden pagar los sueldos de Coca Cola y Pepsi, pero la cordobesa Pritty es más chica que Naranpol y paga como corresponde sin ningún problema", comparó el dirigente de Fataga, gremio que junto a la otra entidad sindical del conflicto, Sutiaga Rosario, denunció penalmente a la empresa por incurrir en lock out patronal.

El sueldo acordado para los trabajadores del ramo, descontados los aportes previsionales, llega a 5.080 pesos. Según la Fataga, los Galán llegaron a acordar abonar esa suma pero con la condición de despedir antes a 200 empleados. Los gremios rechazaron ese planteo y ayer la firma bajó la persiana cuando todavía la instancia en el Ministerio de Trabajo está abierta.

Desde la Fataga refutaron la autenticidad de una manifestación de empleados frente a la Casa de Gobierno para defender la posición patronal. "Son unos pocos que la empresa trajo desde Córdoba, Chaco, y Corrientes, pero no expresan el sentimiento de la mayoría de los compañeros", distinguió Campos, quien confesó sospechas de que la firma pretenda deshacerse de áreas de comercialización para tomarlas con otra empresa de su propiedad cuyo personal está enrolado en el convenio de Empleados de Comercio.

El dirigente de Fataga denunció que los Galán aumentaron desde mayo 6 pesos el pack de gaseosas, una masa de ingresos extra con la que podrían haber solucionado el reclamo salarial. "Pero no quisieron, se quedaron con todo mientras al personal le vinieron pagando el mínimo, sin categorías, ni premios, ni antigüedad, obra social ni cuotas sindicales. Cuando pedimos que actualicen los haberes, contestaron con el cierre de la planta", dijo.

La empresa que fundara Carlos Galán, ex compañero de fórmula de Rafael Bielsa en 2007, fallecido el año pasado, argumentó que el cierre se debe a "daños irreparables que provocaron los sucesivos bloqueos sindicales y la falta de seguridad jurídica. No tenemos otra alternativa que cerrar en forma indefinida ante las medidas de fuerza sindicales en la provincia de Santa Fe".