El conflicto desatado entre el Gobierno y los productores ganaderos en torno al precio de la carne tuvo su primer coletazo en la política del justicialismo santafesino: el titular de la bancada kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi le pidió a la reutemista María del Carmen Alarcón que renuncie a la presidencia de la Comisión de Agricultura de la Cámara baja por las "notorias discrepancias" entre la postura de la legisladora y la posición del Gobierno nacional en la temática. "No voy a renunciar, me van a tener que echar", aclaró Alarcón para quien la inminente remosión se relaciona con su "defensa de los productores y los trabajadores de la industria (cárnica) de Santa Fe". Al respecto la diputada reutemista se preguntó "con qué discurso Rossi va a hacer campaña a gobernador si no es capaz de defender los intereses de la provincia". Tras negar que el desplazamiento de Alarcón sea en realidad un golpe por elevación hacia el senador Carlos Reutemann, Rossi aseguró que el verdadero enemigo de la Casa Rosada "no es el sector productivo sino la inflación".

Según el presidente de la bancada oficialista, Alarcón fue notificada en reiteradas ocasiones que sus posiciones en materia agropecuaria no coincidían con los criterios del Gobierno. "Así como en la Comisión de Presupuesto sería inadmisible tener como presidente a un diputado de nuestro bloque que a la vez sea opositor al Ministerio de Economía, lo mismo ocurre con Agricultura en el marco de una fuerte pelea del Poder Ejecutivo para que bajen los precios de la carne", razonó Rossi.

Ante la intransigencia de Alarcón, el diputado santafesino y el presidente de la Cámara, Alberto Ballestrini le pidieron a la diputada reutemista que renuncie a la titularidad de la Comisión de Agricultura y Ganadería. "No voy a renunciar, me van a tener que echar en un acto autoritario sin precedentes en Diputados", retrucó Alarcón.

Desde la bancada del Frente para la Victoria confirmaron que, de no dar la propia Alarcón un paso al costado, será removida por los kirchneristas que integran la Comisión, quienes designarán para tal cargo a un legislador consustanciado con la política de la Rosada.

"Según sus propias palabras ﷓dijo Alarcón en alusión al jefe de la bancada kirchnerista﷓, el tema es que yo defiendo y trabajo con el sector productivo, y esa no es la política del gobierno. Mi postura es defender a los productores y a los trabajadores de mi provincia. Si eso le molesta a algún dirigente, la verdad es que me va a tener enfrente", señaló Alarcón quien además anunció su alejamiento de la bancada oficialista.

Alarcón lamentó que la decisión se la haya comunicado "un comprovinciano que hace pocos meses ingresó a la Cámara". La legisladora dijo no saber "con qué discurso Rossi hará campaña a gobernador si no defiende los intereses de los santafesinos. No creo que pueda tener su conciencia tranquila", especuló en diálogo con Rosario/12.

"Yo nunca tuve palabras ni conductas contra el presidente de la Nación", sostuvo Alarcón. "Por eso son ellos los que tienen que explicar esta situación", agregó en referencia a Rossi y Ballestrini. Para la diputada, Kirchner "llegó a esta coyuntura por el mal manejo que hizo la Secretaría de Agricultura durante los tres años" de su gestión.

Consultada sobre cómo había recibido Reutemann su obligado apartamiento de la presidencia de la Comisión, Alarcón reconoció que el hombre fuerte del justicialismo santafesino estaba al tanto, aunque no emitió opinión. "Fue una de las primeras personas a las que le comuniqué la resolución, pero no he podido conversar aún con él. No creo que (la decisión del kirchernismo) tenga algo que ver con él".

En cambio, la legisladora recibió la "solidaridad" del diputado nacional reutemista Jorge Giorgetti, de integrantes de otras bancadas y de Jorge Obeid. Según Alarcón, el gobernador "lamentó que Santa Fe pierda un puesto clave en una comisión estratégica".

En diálogo con Rosario/12, Rossi se encargó de negar "tajantemente" cualquier intencionalidad del kirchnerismo de utilizar la remosión de Alarcón para golpear, elípticamente a Reutemann. De inmediato, recordó que para el Gobierno "el verdadero enemigo es la inflación y por esa razón se están aplicando medidas tendientes a que la población no pierda poder adquisitivo. Defendemos al sector productivo mediante un tipo de cambio competitivo y a través de políticas activas como la línea de crédito subsidiada de 300 millones que lanzó el Banco Nación".