Desde Santa Fe

Murió una de las tres jóvenes quemadas en Semana Santa. Se trata de Carmen García, de 27 años, mamá de cinco chicos, que fue rociada con alcohol y prendida fuego por su concubino de 46, el Domingo de Pascua, a la madrugada. Doce horas antes, había sufrido un ataque alevoso frente a la casa donde vivía, en barrio Barranquitas, cuando una patota de cinco muchachos vinculados con su pareja la golpeó hasta desmayarla. Agonizó durante siete días. "Queremos justicia, que no sea un homicidio más, sino un femicidio, que se aplique la ley", pidió ayer Claudia García, hermana de Carmen, quebrada por el dolor. "Se ensañaron con ella, tanto, que horroriza. Porque fue un ensañamiento en todos los sentidos, desde la golpiza hasta que la quemaron. Ahora, queremos justicia, que paguen como tienen que pagar los que la golpearon y el que la quemó", dijo Claudia.

Carmen García peleó por su vida una semana. El domingo, comenzó a desmejorar. Uno de los médicos le dijo a su familia que "estaba muy grave" y que no sabían si pasaba la noche. Y así sucedió: colapsaron todos sus órganos y no se pudo hacer nada. A las 22.30, falleció.

"Queremos justicia", dijo Claudia, su hermana. "Que este no sea un homicidio más, que se tome como lo que es, un femicidio, que se aplique la ley, como tiene que ser. Y que el que mató a mi hermana esté en prisión, así como mi hermana no va a volver más, que él tampoco pueda salir a caminar las calles del barrio y de la ciudad, libre, habiendo dejado cinco chicos sin su mamá", agregó.

El de Carmen García era un crimen anunciado. Doce horas antes, sufrió una golpiza que obligó a su hermana a internarla en el hospital Cullen. "La llevé desmayada, le tuvieron que aplicar oxigeno y suero", comentó Claudia. "Ella nunca nos dijo que había un maltrato. Nunca dijo nada. Pero el sábado a la tarde, se desencadenó todo, cuando le dieron una paliza los hijos de su concubino. El miraba desde la ventana como ellos le pegaban a mi hermana. Y después, se sumaron otros familiares de él, eran cinco muchachos y no sé cuántas mujeres, que le pegaron. Mi hermana quedó tirada en el piso, desmayada, totalmente desmayada. Yo la llevé al hospital desmayada, llegó y le pusieron suero y oxigeno. Pero eso no los conformó, tenía que terminar como terminó", relató Claudia, desbordada por el llanto.

Y agregó: "El que hizo esto no pensó en mis sobrinos. ¿Por qué no tomó otra determinación? Ya le habían pegado, ¿para qué quemarla? Se ensañaron con ella, porque fue un ensañamiento, en todos los sentidos, desde la golpiza hasta que la quemaron. Se ensañaron tanto que horroriza, entonces que paguen como tienen que pagar. Ahora, queremos justicia y castigo a los que le pegaron a mi hermana y al que la quemó". "Tiene que haber justicia -insistió Claudia García﷓ Trataremos de confiar en la justicia, pero no nos quedaremos de brazos cruzados. Esto es un femicidio y se tiene que cumplir la ley, sin peros. Ya no tengo a mi hermana, así que tampoco tengo palabras, sólo dolor. Pienso en mis sobrinos y quiero justicia, pero no a medias, sino total", concluyó.

Las otras dos chicas quemadas seguían ayer en el hospital de emergencias de Santa Fe: María Rodríguez, de 23 y Melina Monzón, de 25, quien perdió una de sus piernas y sufrió graves heridas en el rostro, pecho y manos.